Barbie
Tengo la respiración atorada en mi garganta, es como un nudo que no deja pasar el aire, simplemente se quedó ahí, quieta luchando por salir o volver, porque respiraba, sé que lo hacía, pero simplemente parecía no fluir, no podía fluir.
Mi cabeza era un torbellino de emociones, era como si mi mente vagara por varios escenarios, uno tras otro intentando llegar a este momento, tratando de comprender cómo fue que terminamos en esta situación.
Tengo que admitir que enterarme que trabajaría con él había alentado mi loco amor platónico, ese que sentí mucho antes que él me notara y es que, más allá de hablar en ocasiones, nosotros no habíamos tenido ningún otro tipo de acercamiento, algunas bromas donde estábamos todos, uno que otro momento en familia y luego nada, siempre parecía muy le
