Barbie Mis pies se mueven de un lado al otro, mi cabeza procesa cada una de las cosas que dije, yo acababa de cometer en muchos aspectos una locura, porque acaba de admitirle a ese espécimen candente y jodidamente lindo que tuve una especie de enamoramiento con él en mi adolescencia, ¿Qué más patética se podía ser? Seguramente mucho más, porque sí no quede como una acosadora, era un alivio. Mi móvil suena de nuevo y niego mientras observo el nombre de Mateo en la pantalla, ruedo los ojos y le saco la lengua antes de atender. — Hola - mi voz es algo cortante. — ¿Sabes que cuando sacas la lengua pareces una nena? - miro para todos lados y luego a la laptop. — ¿Estás con Aaron? - observo mi móvil y junto mis cejas. — No, en la oficina - murmura - ¿Por qué? — ¿Cómo sabías qué?