¿Qué pasó ayer por la noche?

2353 Words
—¡Está bien! Estoy de acuerdo con ustedes dos. Por favor, ayúdenme a encontrar a este hombre —le digo a Anne y Giana que están sentadas en la cama de Giana. Ellas son mis mejores amigas. La preocupación y la ansiedad son claras en sus ojos junto con la piedad reprimida. Me vendaron la cabeza antes y, como de costumbre, la doctora Yoona insistió en que admitiera que alguien estaba abusando de mí pero... le mentí y le dije que me había caído de las escaleras como siempre. Esta excusa se está volviendo ridícula a estas alturas, pero a nadie en esta manada le importa un carajo lo que le pase a una hija loba menos de la Beta. Por lo que a ellos les importa, debería morir pronto. En lugar de irme a casa después de que me vendaran la cabeza, vine a la casa de Giana. Como era de esperar, ella y Anne estaban esperando a que yo llegara. Es como una rutina. Cada vez que me regañan, vengo aquí en busca de consuelo. Los padres de Anne y Giana me permiten estar en su casa porque son los únicos excepto Enzo que se preocupan por mí. —Entonces crees que él es tu pareja ahora —Anne hace una declaración emocionada. —No. Hay algún error en esta situación —les digo sin pestañear. —¿Estás bromeando? Es pasada la medianoche y no has muerto. Esto solo significa una cosa. Ese hombre es tu pareja y te reclamó legítimamente —Giana me grita. Niego con la cabeza. —Me niego a creer esto. —No puedes negar esto, Natalia. Por favor, trata de entender... Enzo no es tu compañero —Anne agarra mis manos entre las suyas y afirma. Niego con la cabeza una vez más. —Dijo que es mi compañero y que no hay nada ni nadie en quien confíe más que en él. Enzo es mi compañero, Anne. Los ojos de Anne se apagan y comparte una breve mirada con Giana, que parece igualmente frustrada. —Ustedes dos saben algo —murmuro. —Necesitamos encontrar a este hombre. Él puede hacerte entender esto mejor —Giana interviene. Asiento con la cabeza. Sí, ese hombre con ojos de océano puede hacerme entender por qué no estoy muerto incluso después de que me marcó sin razón. —Tal vez... lo consistí mientras estaba borracho —de repente, se me ocurre un pensamiento. Anne respira hondo y deja mis manos. —Sabía que vendrías a nosotros, así que reuní las fotos de todos los Alfas —Anne me dice. Giana grita con entusiasmo y salta más cerca de nosotros. No entiendo por qué mis dos mejores amigos quieren desesperadamente que Enzo no sea mi compañero. Enzo también es nuestro amigo de la infancia, pero algo ha cambiado entre nosotros cuatro. Por un lado, soy su compañera, pero ¿por qué afecta tanto a Giana y Anne? Estoy seguro de que lo resolveré pronto. —Ver —Anne empuja la pantalla de su teléfono cerca de mi cara para que pueda ver la foto. —¿Es él? —pregunta Giana esperanzada. Niego con la cabeza. Anne me muestra la siguiente imagen y luego la siguiente y otra. Vemos muchas fotos, pero él no resulta ser ninguno de ellos. —¿Estás segura de que era un Alfa? ya te he mostrado fotos de todos los Alfas —Anne tira el teléfono a un lado y se acuesta en la cama, irritada. —No puedo estar muy segura, Anne. Creo que era un Alfa porque parecía poderoso como tal. Pero mis sentidos no funcionan tan bien como los tuyos, así que no puedo estar realmente seguro —me encojo de hombros. Giana se palmea la cara y se acuesta junto a Anne para ponerse de mal humor. Me uno a ellos al instante y los tres miramos el techo en silencio durante un rato. —¿Cómo estaba él? —susurra Giana después de un rato. Mi corazón da un vuelco extraño y peligroso cuando recuerdo su toque, sus fuertes caricias, su mirada penetrante. El dominio que rezumaba era algo fuera de este mundo. La forma en que me reclamó se siente como parte de una fantasía prohibida. —Él era un imbécil —murmuro por lo bajo. —Tu corazón no está de acuerdo. Siempre olvidas que podemos escuchar los latidos de tu corazón —Giana se ríe por lo bajo. —Apuesto a que ahora mismo estabas pensando en la noche de ayer —Anne bromea. Frunzo los labios antes de cerrar los ojos. Me empieza a doler la cabeza de nuevo. El efecto del analgésico se está desgastando. —No me recuerdes algo que me muero por borrar de mi mente —las palabras salen de mi boca sin ningún control. El silencio vuelve a caer entre nosotros. De repente, mi teléfono suena. Me siento en la cama y agarro el teléfono de la mesa auxiliar. Al ver el nombre de Enzo iluminando la pantalla, me encuentro conteniendo la respiración. —No le digas nada. No hasta que lo hayas descubierto por ti mismo —Anne se apresura a advertirme. Recojo la llamada y coloco el teléfono junto a mi oreja. —H - Hola... —mi voz se quiebra. Las lágrimas se acumulan en mis ojos, mi agarre se aprieta alrededor del teléfono. —¡Diosa! ¿Dónde has estado? ¡quiero verte ahora! —Enzo suspira de inmediato. Mis ojos se mueven hacia la mirada de advertencia de Anne. —E-estoy en la casa de Giana —le digo, la culpa carcomiendo mis tripas. —Espera allí. Voy a buscarte. Necesitamos hablar —Enzo cuelga la llamada después de instruirme. —¿Él lo sabe? ¿Se enteró? —empiezo a hiperventilar al instante. —No. Él no lo sabe —Giana se levanta y frota mi espalda. —Tranquila Natalia. Él solo quiere verte —Anne intenta asegurarme. Pero no puedo respirar. Enzo nunca me verá después de hoy. Este pensamiento es suficiente para hacer sangrar mi corazón. —Es toda mi culpa. Nunca debí haber ido allí —lanzo mi cabeza entre mis manos. —Vamos, Natalia. No te castigues por eso. Lo hecho, hecho está. Arreglaremos esto. Te lo prometo —Giana pasa sus dedos por mi cabello suavemente mientras me convence. Sacudo la cabeza y respiro hondo. —Me equivoqué mucho. Como dijo Enzo, vino a buscarme a la casa de Giana en media hora. La Sra. Norman: la mamá de Giana vino a informarme a la habitación de Giana. —No cometas más errores, Natalia —Anne toma mi mano y me detiene junto a la puerta principal. Giana corre hacia nosotros y toma mi otra mano. —Toma la decisión correcta. Tienes que hacerlo. No sé qué me están preguntando, pero sigo asintiendo con la cabeza antes de salir de la casa de Giana. Enzo está de pie al otro lado de la calle, con la espalda apoyada contra el árbol y sus ojos mirándome. Me estremezco e inconscientemente arreglo el escote de mi blusa. El hombre que tengo delante es el ejemplo de perfección. Su cabello castaño alborotado y sus ojos marrones se complementan entre sí. No es frío como el que me ha marcado contra mi voluntad. Es comprensivo, educado y amable. Cualquier cosa que una mujer quiera en su pareja, en sus novios o maridos. Camino hacia él con el corazón apesadumbrado. —Ey —mi voz es pequeña. —Hola —responde con una suave sonrisa—. Camina conmigo —me dice a continuación. Asiento con la cabeza y sigo su orden sin pensarlo dos veces. Caminamos por la calle, uno al lado del otro. —¿Qué pasó ayer por la noche? —hace la pregunta más temida. Mi cabeza gira en su dirección. Lo encuentro ya mirándome, sus ojos marrones se ven negros en la tenue iluminación. ¿Sabe él? Debería haber sabido que Emilie se lo diría de inmediato. Lágrimas bien en mis ojos. —Yo —ahogo un suspiro tembloroso. —Me preocupé cuando Giana y Anne me conectaron mentalmente y dijeron que no estabas. Te emborrachaste y dormiste al costado del camino ¿Crees que es seguro? —despotrica, su voz aumenta de volumen con cada momento que pasa. Suelto un suspiro de alivio y asiento con la cabeza. —Lo siento. Él no sabe —¿No dije que no deberías ir a lugares como esos? No es seguro en este momento —Él resopla, cruzando los brazos sobre el pecho. —Lo siento. Realmente lo siento —me disculpo de nuevo. —¿Y si vuelves a hacer esto? —cuestiona, levantando su ceja izquierda perfectamente tallada y gruesa. —No lo haré. Lo prometo —murmuro. Aunque él está hablando de ir a discotecas, yo estoy hablando de algo completamente diferente. —Será mejor que te ciñas a tus palabras —advierte con voz severa. Asisto con la cabeza sutilmente. Enzo descruza los brazos sobre su pecho y toma mi mano entre las suyas antes de que empecemos a caminar por la calle de nuevo. Se me hace un nudo en la garganta cuando me doy cuenta de que ni siquiera se ha molestado en preguntarme por qué tengo la cabeza vendada o qué me pasó. Mi agarre se aprieta sobre su mano cuando el pensamiento aparece en mi mente. Enzo sabe cuál es el problema conmigo y cómo me trata todo el mundo. Tal vez, es por eso que no quiere preguntar porque tiene miedo de que pueda hacerme sentir incómoda. Convenzo a mi mente y luego a mi corazón en absoluto silencio. Pero no alivia el dolor de mi estúpido corazón. Continuamos caminando y nos detenemos cuando el Alpha - la casa de Enzo aparece a la vista. Mis ojos se fijan en una cara familiar, la versión beta de La manada oscura. Lo miro y Enzo también. Alpha Wilson y Beta ahora se dan la mano. Hay sonrisas sombrías en sus labios que son tan falsas como su trato temporal, sin importar lo que sea. Hay mala sangre entre la manada oscura y toda la comunidad de hombres lobo. Todos los odiamos y más que nadie, odiamos a su Alfa, Rasmus. ¿Por qué? Uno debe preguntar. Por supuesto, mata a la gente y es despiadado y obliga a la gente a hacer lo que quiere, pero ¿no son todos los Alfas así? Entonces, ¿por qué todos odiamos tanto a Rasmus? Eso es porque nadie puede derrotarlo. Es inigualable en términos de fuerza, poder y riqueza. Por eso todos lo odiamos, creo. No podemos deshacernos de él, aunque sea un dolor de cabeza para todos. El beta se da la vuelta para caminar hacia su elegante BMW cuando sus ojos se posan en mí. ¡Ay, mi maldita Diosa! ¡Me reconocerá! Inhalo profundamente cuando entrecierra los ojos y los mueve hacia mi mano que sostiene la más grande de Enzo. Una extraña emoción pasa entre sus ojos cuando su mirada vuelve a la mía una vez más. La emoción es tan extraña y tan fuerte que arranco mi mano del agarre de Enzo y me tambaleo sobre mis pies. El beta me lanza una sonrisa significativa y se sienta en el asiento trasero de su auto. —¿Lo conoces? —pregunta Enzo. —No —miento sin dudarlo. —¿Por qué te sonreía entonces? —el tono de Enzo se vuelve grave. Me encojo de hombros. —No sé. El auto desaparece de mi vista, pero mi trance no se rompe que solo ¿sucedió? —No me estás mintiendo, ¿verdad? —Enzo viene frente a mí y me saca de mi trance. —Yo nunca puedo... mentirte. Ya no puedo decirle esto a Enzo. —Por favor, llévame a casa —trago el nudo que se forma en mi garganta y exijo. Enzo me mira, largo y duro. Luego, cede con un suspiro. Caminamos por las calles vacías en medio de la noche en un silencio incómodo. Deteniéndose frente a mi casa, Enzo se vuelve hacia mí y me acaricia la cara. Se sumerge, sus labios casi capturan los míos. Una ola de conmoción pasa sobre mí cuando lo empujo hacia atrás y me alejo tambaleándome. —¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?! —el grita. Mi corazón da un vuelco, con miedo de que alguien va a salir de mi casa. —Lo siento. Lo siento mucho, Enzo, pero yo no me estoy sintiendo bien. ¡Perdóname! — espetó, corriendo hacia mi casa. Enzo no me llama desde atrás y solo me detengo para respirar cuando he cerrado la puerta principal desde adentro. —¡Qué vista tan interesante! —Emilie bosteza desde la sala de estar, pero esta vez no se molesta en despertar a mamá y papá. —Dejé caer el cuadro en tu habitación —murmuro antes de desaparecer por las escaleras. Todos en mi familia viven en la planta baja y yo soy el único cuya habitación está en el primer piso. Tiene algo que ver con el hecho de que es todo lo que mi familia pudo hacer para aislarme. Sacudiendo la cabeza, me detengo frente a mi puerta y coloco mi frente contra ella. ¿Qué estoy haciendo? Toma la decisión correcta. Las palabras de Giana resuenan en mi mente. ¿Fue la decisión correcta no dejar que Enzo me besara cuando sabía que estaba marcada por otra persona? ¿Cómo puedo ser tan leal a alguien que nunca conozco cuando ni siquiera fui leal al hombre que dice ser compañero? ¿Qué estoy haciendo? No sé ya no. Pensé que todo estaría bien mientras encontrara a ese hombre, pero también he fallado en eso. No es uno de los Alfas y no sé dónde encontrarlo ahora. Suspirando, abro la puerta de mi habitación. Un grito ahogado de horror sale de mis labios cuando veo la figura muy familiar sentada sobre mi cama como si fuera suya.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD