Cuando crees que te estás desmoronando y no puedes mantenerte unido, te encuentras corriendo de regreso a tu hogar, el refugio seguro.
Yo hice lo mismo.
Después de huir de todos los que había considerado queridos una vez, regresé a casa y corrí a mi habitación antes de encerrarme dentro.
Puedo sentir esas miradas mordaces dirigidas a mí. Esa gente me pone la piel de gallina. Me hacen sentir disgustado.
No fue mi culpa. Ellos me hicieron esto. Quiero correr hacia todos y decirles uno por uno, pero sé que nadie me creerá.
Sollocé, me jalé el cabello y me hice la misma pregunta.
¿Por qué me estaba pasando esto?
Todos me habían amado alguna vez. Todo estaba bien: tenía una familia feliz, buenos amigos, una posición en esta sociedad de hombres lobo por ser la hija de una beta. Tenía un f
