Story By anisanchez
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anisanchez

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escritora me gusta los libros aprender de los demás me gusta leer novelas románticas fantasiosa tengo 23 años vivo Mérida Yucatán
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Amor por contratos
Updated at Sep 29, 2023, 17:40
cualquier forma, pero era… bueno, era duro. Nunca sería realmente parte de losGuardianes, y, sin importar lo mucho que lo deseara, jamás sería realmente su familia.Otra cosa en la que Roth había tenido toda la razón.Noté una presión en el pecho mientras dejaba la mochila sobre la mesa de lacocina y seguía el sonido de las risas hasta el salón. Entré en la habitación justocuando un pequeño borrón blanco y negro pasaba zumbando junto a mi cara. Di unsalto hacia atrás y noté que me quedaba boquiabierta mientras una mujer joven depelo oscuro pasaba rápidamente junto a mí, con su espíritu luminoso siguiéndola.—¡Isabelle! —gritó Jasmine—. ¡Bájate de ahí ahora mismo!El alma de la niña se desvaneció lo suficiente como para que pudiera ver sucuerpo. Isabelle se había colgado del ventilador del techo, y estaba batiendo una de lasalas mientras la otra caía hacia abajo, girando con el ventilador. Su pelo rizado y rojizoparecía fuera de lugar en su cara gris y regordeta, al igual que los colmillos y loscuernos.—Eh…Jasmine se detuvo y me miró, sin aliento.—Ah, Layla. ¿Cómo estás?Pulsé el interruptor para apagar el ventilador.—Bien, ¿y tú?Isabelle soltó una risita mientras el ventilador ralentizaba la velocidad, todavíabatiendo el ala. Jasmine se puso bajo ella.—Ah, pues ya sabes. Los mellizos son dos y están aprendiendo a cambiar deforma, así que está siendo muy divertido. —Agarró una de las piernas regordetas de laniña—. Bájate. Izzy, ¡bájate ahora mismo!Sí, dos niños de dos años podían cambiar de forma, pero yo no. Era vergonzoso.—¿Llegasteis ayer? —pregunté, pensando en aquellas gárgolas del techo. Ellaforcejeó con Isabelle y la sentó en el suelo.—No, acabamos de llegar. Dez tenía que irse de la ciudad, así que le preguntó aAbbot si podíamos quedarnos aquí hasta que el clan regresara a Nueva York.—Ah. —Eché un vistazo debajo del sofá y vi al otro mellizo. Al principio, no eramás que una manchita de color perlado, pero después vi más allá de su alma. Dormíaen su forma humana, aovillado sobre una manta gruesa, y tenía el pulgar metido en laboca—. Al menos él está durmiendo.Jasmine se rio con suavidad.—Darle se duerme en cualquier parte. Pero a esta —levantó a Isabelle y la sentóen el sofá— no le gusta dormir. ¿Verdad, Ozzy?Isabelle medio saltó, medio se cayó del sofá, y corrió hacia mí. Antes de quepudiera moverme, se puso a cuatro patas y me atravesó las sandalias con esosdientecillos afilados suyos, mordiéndome el dedo.Solté un chillido, y traté de contener las ganas de pegarle una patada que mandaraal monstruo volando al otro lado de la habitación.—¡Izzy! —gritó Jasmine, y corrió hacia nosotras. La agarró, pero la muy malditame estaba aferrando el dedo con fuerza—. ¡Izzy! ¡No muerdas! ¿Qué te he dicho?Hice una mueca mientras Jasmine me quitaba del pie los colmillos de su hija conla mano. En cuanto Jasmine puso en el suelo a la niña, que no dejaba de reírse, esta selanzó por los aires directamente hacia mí.—¡Izzy! ¡No! —gritó su madre.La atrapé y me llevé un golpe de ala en la cara. Era sorprendentemente pesada paratener dos años. La sostuve alejando el brazo.—No pasa nada. No me está molestando.Ahora.—Lo sé. —Jasmine flotó hasta mi lado, retorciendo sus manos esbeltas—. Es soloque…Entonces me di cuenta de algo, y quise esconderme en un agujero. A Jasmine lepreocupaba que fuera a absorber el alma de su hija. Creía que Jasmine habíaaprendido a confiar en mí desde que nos conocíamos, pero, en lo referente a susbebés, aquella confianza se iba volando por la ventana. Una parte de mí no podíaculparla, pero…Con un suspiro, le entregué su hija a Jasmine y di un paso hacia atrás. Me forcé asonreír, aunque me sentía mal.—Entonces, ¿cuánto tiempo vais a quedaros aquí?Jasmine acunó contra su pecho a Isabelle, que no dejaba de retorcerse y tratar dealcanzarme.—Un par de semanas; un mes como mucho, y después volveremos a casa.Entonces me di cuenta de algo: si Jasmine estaba ahí, eso significaba que suhermana pequeña y totalmente disponible también lo estaba, y seguiría allí durantesemanas. Me dio un vuelco el estómago.Sin decir ni una palabra más, salí de la habitación para ir de caza, a cazar a unamujer gárgola. Danika era diferente de cualquier chica humana con la que Zaynepudiera «salir» de vez en cuando. Muy diferente.El sonido suave de una risa ronca surgió flotando de la biblioteca quenormalmente ocupaba durante mi mucho tiempo libre. Noté un sentimiento de territorialidad irracional. Mientras cruzaba el salón escasamente decorado que nadieutilizaba, mis manos se convirtieron en puños. Los celos eran un ácido amargo quecorría por mis venas mientras me detenía frente a las puertas cerradas. No teníaderecho a entrometerme entre ellos, pero ya no me controlaba a mí misma.La risa gutural de Danika volvió a sonar, seguida de una carcajada más profunda.Podía imaginármela pasándose
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bc
SIN TI NO SOY NADIE
Updated at Sep 29, 2023, 00:04
Benditos tacones, bendito vestido y bendita sea la hora en la que me decidí a salir. Llegando a la discoteca, me llama Gael, mi marido.—¿Diga?—¿Por qué me dices «diga», si sabes perfectamente quién soy? — pregunta con su particular tonito.—Es la costumbre, Gael.Gael y yo llevamos tres años juntos, en realidad, llevaríamos cuatro de no ser porque hace tres años dejamos la relación durante seis meses. Tenemos un pequeño apartamento en la ciudad, nada de niños, ni perros, ni cariño… Sí, puede que estemos en crisis o pasando un «pequeño» bache, solo rezo porque lo superemos, él no era de esta manera, antes era diferente, pero desde hacecosa de unos pocos meses, se torció. Y encima, la rutina ha hecho que seaimprescindible en mi vida.—Bueno, a lo que iba —continúa ignorándome—, mi hermano llegamañana, le hemos preparado la fiesta que te comenté, no hagas planes.—¿Para eso me llamas? —pregunto extrañada—. Podrías habérmelodicho en casa.—No, para eso y para saber a qué hora vendrás.—No lo sé, Ema, Rosi y daniel estarán esperándome, aún no he hablado con ellos. Ya sabes que daniel se marcha dentro de dos días alds, quiero aprovechar el tiempo que me queda con él.Me excusé sin saber por qué, ya que uno de mis mejores amigos se marchaba por trabajo, durante una larga temporada, y sería bastante difícil vernos.—Ah, sí…, el amiguito… Qué poco me gusta ese maricón.—gaeñ, no empieces, y no le faltes al respeto, es mi amigo. —Me enfado.—Como si quiere ser tu primo. No me gusta, seguro que lo hace porque quiere conseguir que las tías se acerquen a él.—Eso no le hace falta, no inventes cosas, Gael —le advierto.Y es cierto. Daniel es un hombre que emana erotismo por todos los poros de su piel. En demasiadas ocasiones he visto cómo las mujeres se deshacen por sus huesos. Es moreno, de pelo negro, mide un metro ochenta y esos ojos verdes como prados, solo lo hacen más atractivo. Por no hablar de su perfecto y duro cuerpo, machacado por dos horas diarias de gimnasio… Dejo dedesvariar cuando gael me habla.—No me invento las cosas y tú, no le defiendas. —Noto en su voz cómo se enfada.Suspiro fuertemente y él hace un ruido al celular, dándome a entenderque no le ha sentado bien.—Antes de las tres quiero que estés de vuelta o te dejaré en la calle — asegura siguiendo la conversación cuando no le contesto.Me río ante ese comentario. ¿Qué está diciendo? ¡Es absurdo!—¿No serás capaz? —pregunto con gracia, pensando que es una de sus bromas.—¿Tengo que recordarte que el apartamento es mío? —dice seriamente.—No —contesto tímida.Me doy cuenta de que va en serio, y no entiendo el motivo, ni a qué havenido eso, pero no me apetece discutir en mi noche de «chicas».—Pues ya sabes. Venga, adiós santo.—Te quiero…Pero el «te quiero» se va junto con el pitido del celular al colgar…Raramente me dedica algún apelativo cariñoso, solo cuando le interesa algo.Cosa que antes no tenía ni que pedir, ya que desde siempre había sido un chico cariñoso, detallista y atento.Decido dejar mis pensamientos a un lado y pasármelo bien, como me propongo cuando salgo de mi casa. Llego a la puerta y me encuentro a los tres mirándome a la vez que me señalan el reloj; diamantes yo levanto las manos a modo de disculpa.—Lo siento —me disculpo cuando estoy frente a ellos.—¿Por qué llegas tarde siempre? —pregunta Enma resoplando.—Es que…, por los pelos, no vengo… —Miro hacia el suelo.—Vaya, vaya, ¿y eso? —pregunta Rosi.—¡Pues por qué va a ser! ¡Por el cabrón de su marido! —contestaexasperado daniel.—¡Daniel! —le regaño—. No es un cabrón. Tiene su manera de ser y no le gusta que salga.—Ya claro. No le gusta que salgas, no le gusta que tomes cafés con tus amigos, no le gusta que te pongas un vestido demasiado corto, no le gusta que tengas amigos, hombres, he de apostillar, ¡no le gusta nada! ¿Cuántotiempo llevamos así? ¡Desde que volviste con él! ¡Te está absorbiendo la vida!—No dramatices… Tiene su manera de ser, y también hay que entenderlo. Nadie es perfecto —le defiendo.—Sabes que llevo razón —me agarra por los hombros y besa mi cabello—,pero te quiero igualmente.Le sonrío con cariño.—Yo también te quiero.Entramos en la discoteca, y pasan dos horas en las que no paramos de bailar y… beber. Como llegue pedo a casa, gael se va a enfadar y con razón.Él siempre dice que la bebida es para los alcohólicos, y que una señora comoyo, no debería de ir borracha como una cuba.—Hay un tío que no te quita ojo de encima —comenta daniel.—¿Qué dices? —Me sonrojo más de la cuenta en décimas de segundo.—Sí, cariño, y… viene hacia aquí.Me pongo nerviosa y tiro mi copa en lo alto de la barra sin querer. Entre los nervios y lo achispada que voy, no doy pie con bola. Comienzo a reír a carcajadas como una idiota y mi amigo me sigue la corriente.El chico llega hasta nuestra altura y me sonríe.—Póngale otra —le dice al camarero.—Vaya, vaya ¡gracias! —contesto envalentonada.Me giro
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bc
JUNTOS FUIMOS Y SOMOS
Updated at Sep 27, 2022, 17:53
Leyla está rota. Leyla ya no pinta más. Leyla es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus papás. Yoni es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a recogerla en su casa durante cuatro meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica qué llenaba de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, no qué toda su vida está a punto de cambiar. Porque ella está prohibida, pero le despierta el amor. Porqué es el cielo, noches estrelladas y vinilo de los Best. Porqué a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo. Han pasado cuatro años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leyla está a punto de cumplir su sueño de exponer en una foto. Y, que venga el pasado, yoni necesita formar parte de un momento como ese. Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leyla tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porqué, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colando en cada grieta que aún no ha cerrado. Porqué él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado. Porqué es el cielo, noches estrelladas y vinilo de los Best. Porqué a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
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