Capítulo 11
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Los siguientes días Gina Hsiao estuvo muy ocupada; hacía muchas horas extra. Yvette Lian siempre estaba cuidando a la pequeña Rainy. Mientras Gina Hsiao estaba ocupada, Yvette Lian y la pequeña tampoco estaban quietas. Las dos habían prometido salir a buscar trabajo juntas.
Yvette Lian envió su currículum a varias revistas, al igual que la pequeña Rainy.
Sin embargo, después de unos días, no tuvieron ninguna respuesta. Yvette no recibió ni una sola llamada, y la pequeña tampoco. Las dos se sentaron en los escalones frente a un edificio con las manos apoyadas en las mejillas.
—Qué mala suerte. Tal vez no pueda encontrar un buen trabajo —dijo Yvette arrepentida—. Rainy, soy un mal ejemplo. Tienes que estudiar mucho como tu mamá y algún día llegarás a ser un prodigio.
La pequeña Rainy hizo un leve puchero y luego asintió.
—No te preocupes, madrina. Si en el futuro no quiero trabajar duro, pensaré en ti.
Pf…
Al escuchar sus palabras, a Yvette le entraron ganas de llorar.
—En el futuro seré una gran cantante y ganaré mucho dinero para que mamá y tú no tengáis que trabajar tan duro.
Al escuchar esto, el corazón de Yvette se derritió. La besó con fuerza y dijo:
—Eres una niña muy buena. Te quiero mucho, hijita.
Las dos siguieron aguantando de las mejillas sentadas en los escalones, pensando en qué iban a hacer ahora.
Rainy miró hacia arriba y vio que en la pantalla grande en el lado opuesto había una compañía de medios que había construido Lu Enterprises International. Al ver el anuncio, a la pequeña Rainy se le ocurrió una idea.
—Madrina, sé qué trabajo quiero. ¡Ven conmigo!
La agencia de Lu Enterprises estaba ubicada en la mejor zona del centro de la ciudad, y el imponente edificio estaba lleno de vida.
Las dos salieron del taxi. Yvette Lian estaba muy perpleja.
—Pequeña, ¿por qué has venido aquí?
—Ya te lo he dicho, para buscar trabajo. Madrina, espérame afuera.
La pequeña Rainy entró corriendo. Yvette Lian miró el imponente edificio sorprendida, y pensó: esta niña es muy valiente. No sabe lo complicado que es este mundo. ¿No le tiene miedo a nada?
Cuando la pequeña Rainy entró en el edificio se dirigió directamente al mostrador de recepción. Como no era lo bastante alta, se apoyó en el mostrador e intentó ponerse de puntillas.
—¡Hola! —dijo la pequeña Rainy.
La bella recepcionista la vio y se sorprendió por su ternura. Qué niña tan encantadora.
—¿Qué puedo hacer por ti, pequeña?
La bella mujer de recepción se acercó y se inclinó hacia ella.
—Estoy buscando trabajo, ¿me puedes contratar? —dijo la pequeña Rainy con sinceridad.
Después de escuchar sus palabras, la recepcionista se echó a reír.
—Niña, ¿me estás gastando una broma? ¿Qué trabajo vas a encontrar siendo tan joven? ¿Y qué puedes hacer siendo tan pequeña?
Al escuchar esto, la pequeña Rainy se puso triste. La recepcionista de Lu Enterprise Media Company no era muy profesional.
—¿Esta no es una empresa de medios de comunicación?
—Sí.
—¿Y no necesitas una estrella infantil? —dijo la pequeña Rainy como si fuera un adulto—. Por eso estoy aquí.
Las palabras de la pequeña Rainy sorprendieron a la recepcionista. No esperaba que una niña tan pequeña supiera cómo encontrar trabajo en ese círculo.
—No tienes que sorprenderte tanto. Mi madrina también está en esta industria. Ese círculo se llama el círculo del entretenimiento. Lo entiendo —esto era todo lo que le había escuchado decir a Yvette Lian—. Puedo cantar y actuar. También puedo trabajar como modelo de revista. Por favor, piénsatelo.
…
La recepcionista ya no sabía qué decir.
—Podemos negociar el precio. También puedo ofrecerte un descuento.
La pequeña Rainy fingió ser adorable y sonrió con inocencia. Era muy difícil rechazar una sonrisa así, pero también era muy difícil lidiar con ella.
—Pequeña, de verdad que no quiero rechazarte, pero no nos haces falta aquí. ¿Por qué no vas a otros lugares a echar un vistazo?
La pequeña Rainy hizo un puchero, y se le veía muy ofendida.
—Por favor, piénsatelo. Necesito el dinero, porfi.
El ataque desesperado de la pequeña Rainy puso a la recepcionista en una difícil posición. En este momento…
—Presidente.
Al ver entrar a Eason Lu, la recepcionista lo saludó con respeto.
Eason miró a la pequeña Rainy, que estaba junto a ella. Luego le preguntó a la recepcionista:
—¿Qué está pasando?
—Es que…
—Estoy buscando trabajo.
La pequeña Rainy caminó hacia Eason Lu con elegancia. Eason miró hacia abajo y se encontró con sus grandes ojos, que eran claros y limpios, como un charco de agua clara.
Al ver su rostro, Eason Lu tuvo una sensación extraña. ¿Había visto a esta niña alguna vez?
—Oye, ¿eres el jefe aquí? —le preguntó la pequeña Rainy, sin darle tiempo a que él le preguntara.
¿Jefe?
Eason Lu no pudo evitar sonreír.
—Así es.
—¿Así que tú eres quien toma las decisiones aquí?
—Sí, soy yo.
La niña era muy adorable.
—Estoy buscando trabajo. ¿Me contratas? —le preguntó la pequeña Rainy mientras se agarraba a la ropa de Eason Lu.
¿Buscando un trabajo?
Eason Lu se agachó y la miró.
—Pequeña, eres muy joven. ¿De qué quieres trabajar?
—Le acabo de decir a esa bella mujer que puedo ser cantante, actriz y modelo de revista.
Después de decir eso, Rainy fingió estar apenada y le tocó el brazo.
—Venga, por favor, déjame quedarme. Mi padre murió en un accidente de coche antes de que yo naciera. Mi mamá es tan estúpida que no puede cuidarse sola. Necesitamos mudarnos a una casa grande urgentemente. Necesitamos el dinero.
Fue Gina quién le dijo que su padre había muerto en un accidente de coche. Cuando estaba en preescolar, no paraba de preguntarle por él. A Gina no le quedó otra, así que, de momento, le contó eso.
Al saber que esta niñita era muy pobre, Eason sintió pena por ella, aunque también se sintió muy impotente.
—¿A qué te referías con que tu madre no puede cuidar de sí misma? ¿Y qué hace una niña pequeña como tú buscando trabajo?
—De todas formas, mi mami es bastante estúpida… —eso era lo que realmente sentía la pequeña Rainy en su corazón—. Oye…
—De acuerdo —dijo Eason Lu sin dudarlo. Luego la cogió en brazos.
—A partir de hoy eres la estrella infantil de Lu Enterprises.
—¿De verdad? —al escuchar lo que le había prometido, los ojos de la pequeña Rainy se abrieron con incredulidad—. Los adultos no pueden mentirle a los niños.
—Claro que es verdad. Wei Lin, prepárale todo —le dijo Eason Lu a Wei Lin.
—Eres una muy buena persona. Te lo pagaré cuando sea grande —dijo la pequeña Rainy tremendamente agradecida y emocionada.
¿Pagar? Esta pequeña sabe mucho.
—¿Cómo me vas a pagar?
Cuanto más la miraba, a Eason Lu más le gustaba esta niña, y no pudo evitar bromear con ella.
—Bueno…
La pequeña Rainy lo estuvo pensando durante un tiempo, pero no llegó a ninguna conclusión.
—Yo tampoco lo sé, pero mi mamá dijo que deberíamos estar agradecidas. Me ayudaste hoy, y te lo pagaré cuando sea mayor.
—De acuerdo, trato hecho —sonrió Eason Lu—. ¿Cómo te llamas, pequeña?
—Tú llámame pequeña Rainy. Ya me he decidido, puedes utilizarlo como mi nombre artístico.
¿Un nombre artístico? Qué cosita tan inteligente. Aunque era pequeña, sabía bastante sobre el círculo del entretenimiento.
- ผู้เขียน
