Debía hacer todo lo posible para demostrarle que realmente lo ama mucho y que quería estar con él para siempre. Por otro lado, Frederick la llevó a un lujoso restaurante c***o, al entrar ella le entregó el menú para que él escogiera los platos. Aunque había estado en este restaurante y él sabía qué platos quería ella, se dio cuenta de que no sabía lo que a él le gustaba. El lugar tenía una variedad de únicos y deliciosos manjares, un plato podía gustarle a uno, eso no significaba que era del agrado del otro.
Por esta razón, decidió que quería conocer poco a poco sus gustos y preferencias. Frederick tomó el menú sin decir una palabra y pidió entre siete u ocho platos; estos los sirvieron en la mesa, al verlos inmediatamente el corazón de Sheryl se estremeció. Quería que él ordene sus platos preferidos, porque tenía curiosidad de saberlo; sin embargo, él fue amable con ella y ordenó sus favoritos.
Sheryl parpadeó, reprimiendo las lágrimas en sus ojos, cogió sus palillos y probó dos nuevos platos que no había visto antes. Pensando que de seguro le gustaban, ¿Verdad? En cuanto al sabor, eran... Simplemente increíbles, sin poder contener más las lágrimas, sus ojos se pusieron rojos de nuevo. Frederick frunció el ceño al verla y le preguntó: “¿Qué pasa? ¿No te gusta?”
Ella negó regañándose a sí misma para tranquilizarlo, luego le respondió: “Me gusta, me gusta mucho... Frederick, ¿Te gusta?”
Él infirió: “¿Qué quieres decir?”
Ella señaló: “Es que todavía no has dado ningún bocado”
No sabía lo que estaba pasando, aún así recogió el ala de pollo con los palillos. En el momento en que tocó la comida, súbitamente la miró y le preguntó: “Sheryl, ¿Te… Estás preocupando por mí?”
Ella nunca se preocupó por él, incluso en esta situación, era extraño que estuvieran en paz el uno con el otro. ¿Acaso Sheryl estaba cambiando de estrategia? Vio que se mordía los labios y con sinceridad asintió: “Si”
Al escuchar su respuesta, creyó que estaba actuando; puso los palillos sobre la mesa y replicó: “Sheryl, ¡No me importa lo que estés tramando, no tendrás éxito! Porque no estaré de acuerdo”
Cuando terminó de hablar, se levantó y se marchó del lugar; por su parte, ella miró como se alejaba y suspiró. Desde luego que sabía que su comportamiento era muy precipitado para tratar de que se reconciliaran. Entonces lo tomó con calma, y decidió ir paso a paso para mejorarlo gradualmente.
Después de terminar la mitad de la comida, regresó a la casa de la Familia Li. Esta se iba a convertir en su casa después del matrimonio, tenía una buena ubicación y un ambiente amplio. El interior estaba diseñada según sus preferencias, incluso la habitación era una copia exacta a la de la casa de sus padres.
No hace falta decir que Frederick se esforzó mucho en este asunto. Desafortunadamente, en el pasado ella tercamente creyó que estaba encerrada en una prisión, evitándolo tanto como fuera posible. Cuando regresó a su habitación, sonó su celular, era de Julia.
Al contestar la llamada, ella habló con voz tierna y delicada: “Sheryl, ¿Dónde estás?”
Sheryl respondió: “Estoy en la casa de los Li”
Julia preguntó: “¿En la casa de los Li? ¿La que Frederick preparó para ti?”
Sheryl respondió con ironía: “¿Hay otra casa?”
Julia increpó: “Sheryl, ¿Cómo puedes volver allí? Si haces esto, ¿No crees que pasaras todo el día con Frederick? ¿Cómo vas a escapar?”
Sheryl dibujó una sonrisa y preguntó: “¿Por qué quisiera escapar?” Luego, con una pizca de desconcierto agregó: “Julia, siempre me has dicho que Frederick es una persona muy perversa, e incluso, si ahora me trataba bien, era solo temporal. Me dijiste que William era quien de verdad me amaba, que era el indicado para mí. Sé que no sabré si en verdad él es bueno, pero no quiero tener nada que ver con William. He luchado tanto para estar con él, y ahora que estoy comprometida, aún no ha dicho ni hecho nada al respecto”