Después de hablar por teléfono, Frederick volvió a la sala. Dentro, el doctor le estaba poniendo una venda a Sheryl en la rodilla, luego de haberla curado. —Ya está todo listo —dijo al terminar, y luego, sacó un ungüento y se lo entregó a Frederick—. Esta medicina es para la circulación y también para reducir la estasis sanguínea, debe aplicarla cada cuatro horas en la zona afectada. Además, debe tener mucho cuidado de no mojar la herida a la hora de asearse. —De acuerdo, gracias —asintió Frederick y luego tomó el ungüento. —Por nada, ya pueden irse a casa —dijo el doctor, y luego guardó el botiquín en su lugar. —Muy bien, vamos entonces a casa —le dijo Frederick a su esposa. —Pero todavía no has terminado de trabajar —respondió Sheryl al recordar que él aún tenía trabajo