Al día siguiente, en la clase de finanzas, los ruidosos estudiantes hicieron silencio en cuanto la profesora Rainie entró en el aula. La docente llevaba espejuelos, tenía los ojos grandes, los pómulos pronunciados y los labios finos. Su figura era bastante común, no era ni fea ni bonita, pero sus rasgos faciales eran un poco intimidantes. Todo el mundo aseguraba que era la profesora más estricta del Departamento de Finanzas y, con frecuencia, si un estudiante suspendía un examen, lo criticaba con severidad. Por tanto, como Sheryl sabía que sus notas no eran buenas, se había preparado para el regaño. En ese momento, Rainie subió al podio y miró a todos con detenimiento. —A continuación, voy a darles los resultados de todas sus tesis. Entonces, elogió las tesis excelentes y criticó l