Las manos de Vlad acarician mi rostro mientras mi cuerpo reacciona a su tacto, mi pecho sube y baja por mis respiraciones profundas al tener a este hombre tan intenso sobre mí. ─¿Te has portado mal, cielo? ─Pregunta de repente, me quedo sorprendida por su arrebato y el erotismo de sus palabras. Paso saliva llenando mis pulmones de aire y separo mis labios. ─Sí… ─respondo sin más, estoy muy excitada para pensar con claridad y ni siquiera estoy desvestida. Él arquea su ceja de manera sugestiva disfrutando orgulloso de la respuesta. ─Bien, cielo, nos encargaremos de eso luego…si resistes a lo que viene ─comenta colocándome más nerviosa. Se aparta de encima de mí dejándome tendida en la cama, apoyo los codos de la cama para verle y siento mis mejillas arder como cada tramo de mi cuerpo