Luego de unos minutos, Auster Mu finalmente se tranquilizó; mirando por la ventana, pudo notar que, aunque el sol no era fuerte, los pájaros cantaban alegremente bajo el cielo azul.
"Ocean, ¿crees en el destino?", preguntó en voz baja el hombre.
El asistente no respondió de inmediato, no sabía qué decir; por ello, dijo: ¿Qué fue lo que dijo jefe?
Después de que Ocean dijo eso, Auster Mu no esperaba alguna respuesta; y mientras miraba al vacío a través de la ventana, su profundo dolor se reflejó inmediatamente en su mirada.
Después de pensar por unos minutos, con su voz un poco ronca y pesada, dijo: "Su funeral debe ser grandioso, ¿de acuerdo? Lo haré en persona."
Ocean se sorprendió por su pedido, pero rápidamente asintió con la cabeza y le dijo: "Está bien, jefe."
“Me
