Después de lo que hizo por ella, Noelí se empeñó aún más en organizar una fiesta de cumpleaños sorpresa para Bella. No tenía mucho tiempo, ya que sería en tan sólo cuatro días. Concretamente sucedería el siguiente sábado por la noche. Por lo que no sería perfecta. Pero se conformaba con que fuese divertida y que todos los presentes pasaran un buen rato.
Su mamá la ayudó a contactar a sus amigas y a todo compañero del instituto del que conocieran el paradero. Y esto incluyó a Julio y a Gustavo, quienes también habían sido sus colegas de estudio.
El festejo sería en su casa, puesto que era la locación perfecta para sorprenderla. Calculó todos los detalles con el objetivo de que no notara nada hasta el momento de la fiesta. Para eso le pidió a Giselle que la ayudara a distraerla ese día.
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