Al finalizar la semana, la feliz pareja regresó de su luna de miel. Y por fortuna todo estaba listo en su nuevo hogar, en dónde comenzarían una nueva vida. Era una propiedad de estilo moderno con formas simples y limpias que atrapaban elegantemente la luz natural. Tenía una estructura cúbica que le daba un aspecto fuera de lo común. Abundaba en grandes ventanales que ampliaban los espacios interiores y que retenían la claridad. Tenía un hermoso jardín frontal y otro trasero en dónde también había una piscina angulosa y clara. Era una obra de arquitectura contemporánea glamorosa, que al mismo tiempo poseía espacios cálidos y agradables. Sin dudas era un sitio excelente en el que fácilmente podrían iniciar una familia. Se tomaron dos días para acomodar sus pertenencias y abrir los regalos