Un diente. Una televisión y Una verdad.
Parte 2
Pov niccolo.
Tener la confirmación de todo es como un peso que abandona mis hombros. Saber que esas son hijas del socio ruso de Fedro me dio tanta risa, y más, después de enterarme de que mi madre siempre fue la que manejó todo, me dio un orgullo tremendo, porque vi y lo viví de primera mano.
Sus noches interminables a mi lado tratando de llenar el vacío de su presencia, con el tiempo resultó, pero solo por un tiempo, crecer sintiéndote insuficiente para tu padre fue doloroso, pero estuvo siempre mi tío Abraham y en ese mismo tiempo la llegada de Rodrigo fue un gran regalo para la vida de ambos.
Desde ese momento, si él estaba o no, ya me daba lo mismo. Rodrigo pasó a ser mi padre. En él siempre encontré un consejo, una palabra de aliento, en él encontré a mi más fiel compañero y confidente.
Y ahora, con esta nueva situación, espero que él pueda tragarse el amor por “sus hijas”.
Llego a la casa de la zorra de maxin, bajo de mi auto, camino entre mis muchachos. Sé que está maldita, siempre vendió a Fedro no solo a los rusos, sino a mi madre. Eso lo acepto, pero vender la seguridad de todo un clan a los rusos.
Mis muchachos sacan la puerta de cuajo, y nos encontramos con un Sergey muy enterrado entre las piernas de la zorra. Al notar el escándalo que hacen los chicos, al ingresar el poco hombre del ruso, sube sus pantalones y corre dejando a maxin desnuda en la encimera de la cocina.
. — ¿Qué PASA, dónde ESTÁ MI esposo?—dice la maldita aun con fluidos de otro hombre.
Chicos, por favor, denle algo para que se cubra, no quiero vomitar 🤮.
Mientras pasa eso, yo miro la pared de la sala y veo retratos de la familia feliz que le crearon a Fedro, jajajajaj algo realmente cruel.
. — Listo, jefe. — me informa uno de los chicos.
Tomo asiento frente de ella, quien me mira altanera, ya que cree que podrá jugar la carta de que “mis hermanitas” deben ser protegidas por mí. Y dicho esto, tira la mierda esa.
.-Por favor, no dejes a tus hermanitas desamparadas, de hecho iba a buscar a tu padre porque Roxin no aparece.
A sí, por cierto, ella está en la cárcel, ya que atacó a mi mujer y eso no tiene perdón de Dios. Comprenderás que viniendo de una familia de abogados, los mejores de todo el continente, no fue difícil que la condenaran.
Y si quieres que cuide a tus otras hijas, me tendrás que decir quiénes son sus padres.
.— como quien es el padre de mis hijas. — grita tratando de jugar la carta de la mujer decente.
. — Obviamente, es tu padre, sabes que he estado en su vida desde antes que tú nacieras y mucho antes de que tú y tu madre entraran en la vida de él.
Ok, entonces no quieres decir la verdad. Levanto la mano y uno de los chicos me entrega una carpeta con documentos, la abro y le tiro el de la operación de Fedro.
Mira a Fedro, “tu amado esposo” lo sometieron a la vasectomía hace años, de hecho, después de mi nacimiento lo dejaron sin más descendencia que yo. Entonces, si él no revirtió, es muy poco probable que él sea padre de tus bastardas.
.— No sabes nada, ellas son tus hermanas e hijas de tu padre, por ende son dueñas de la mitad de lo que él tiene.
Dice una MAXIN casi al borde de la locura. Me pongo de pie, estiro la mano y me entregan un arma; sin pestañear, le apunto en la cabeza a esta loca.
.— Está bien, está bien de mi primer hijo, no sé quién es su padre, por eso lo dejé en Italia al cuidado de tu madre, Roxin es hija de un oficial de policía que vive al final de la calle, y la pequeña es hija de, Sergey. Yo solo niego y río.
O sea, me estás diciendo que los padres de tus hijas son solo basura, bueno, no se puede pedirle peras al olmo, verdad.
AAA, y se me olvidaba con el dinero que le has robado a Fedro, podrías comprarle una, como se llama, una…
Chicos, ¿cómo se llama esta cosa que les dije, AAA, sí, una mano ortopédica para tu hija?
Es que ella quiso darle una mano a alguien y no se la devolvieron. —Digo la broma más negra que se me pudo ocurrir junto con carcajadas mías y de mis muchachos.
Antes de irnos, los chicos dejan una caja de regalo en la mesa del comedor; cuando la zorra esa grita, me hace saber que vio mi regalo.
Sonrió con malicia, ya que en su interior la mano de la perra esa estaba con una nota la que decía “hola, mamá”
Cuando me dirijo a la oficina un mensaje de mi mujer indicándome que me necesita de forma urgente me hace virar en U y parar el tráfico, a la mierda todos, ella me necesita, pasan 25 minutos, los más largos de mi vida, debo decirles, al fin llego bajo de mi auto corriendo e Ingreso junto con los muchachos armas en mano y la veo acurrucada en el sofá que mande a hacer para ella.
Mi ratoncita que pasa, mi vida. — preguntó revisando su cuerpo, mientras los chicos revisan la casa de arriba a abajo. Cuando me dicen que está todo ok, me relajo.
.— es que…. Es que… yo no quiero estar sola. — dice en un susurro bajito, pero de igual manera escuchó.
Pero mi vida jamás, pero jamás de todos los jamases, dudes en qué vendría corriendo si me necesitas, mi ratoncita. Este gatito está para cuidarte, mimarte y amarte hasta el último maldito suspiro, me escucho. —Le digo para que no se sienta mal.
Le digo a los muchachos que informen que no iré a la oficina en toda la semana, que lo importante lo vean mis cuñados.
—Le pasó algo a nuestra princesa. —preguntan mis cuñados al saber que no iré. A los minutos de avisarles.
No es nada grave, solo no quiere estar solita. Le preguntaré si quiere ir de compras para animarla. Y así lo hago, ella vacía tiendas y tiendas de ropa para ambos y artículos de lujos, hasta que llegamos a una tienda de cosas de bebés.
Cuando ingresamos vemos las cunas, y todo, en ese momento ambos nos volvemos locos comprando de todo. A las horas terminamos y cuando vamos a pagar, la cajera que nos atiende es nada más ni nada menos que Mónica.
. —Amor, como que hay mucho viento en este sector, no crees. —Yo, realmente confundido, pregunto: ¿por qué?
Es que el viento trajo basura, a estos lugares. — dice mi pequeño demonio lo que hace que me excite, ella mira mi entre pierna, y le pide a los muchachos que lleven todo mientras nosotros vamos a los baños. Nos adentramos en un cubículo y hacemos el amor como cuáles quinceañeros. Al salir, los chicos esperan fuera, obstaculizando el ingreso a las personas.
Cuando nos marchamos, Mónica nos mira de su puesto de trabajo con furia.
Al llegar a nuestro hogar, mi ratoncita bella lo hace durmiendo. Me bajo y la tomo en mis brazos. Mientras los chicos ingresan las bolsas, yo las llevo a nuestro dormitorio.
Cuando la acuesto, ella sigue durmiendo mientras yo me dispongo a cambiarme de ropa por algo más cómodo.
Reviso mi celular y nada importante, así que decido ir de viaje con mi ratoncita y mis bebés.
El destino que elijo es algo tranquilo y hermoso para ella. Y es oía, el cual es un pueblito situado al norte de la isla griega Santorini, le aviso a mi madre y a mi suegra y ellas más que encantadas para que la pequeña se relaje y que yo la pueda cuidar y consentir como quiera.
Pero lo que sí, antes de partir, quieren que vea a Fedro así seguir con todo el plan y obviamente aceptó.
Llamando a mamás…
N, pero no quiero dejar solita a mi ratoncita. Está muy sensible y no quiero que sufra por nada.
M-M: eso está bien, hijo; dicen ambas al mismo momento.
N: si ella quiere que esté a su lado o si quiere colgarse como kóala a mi espalda para que lo haga, yo soy el más feliz.
M-M: ¿Eres tan exagerado?, te lo hemos dicho. — Dicen ambas señoras que me instan a que la consienta con todo lo que quiera.
En fin, la hipocresía, cuelgo y me acuesto a su lado y, en cuanto lo hago, ella se acurruca entre mis brazos y pecho. Yo,,, sin pensarlo, me duermo, quien no lo haría teniendo a su lado a la mujer que ama. Hasta qué seguridad me avisa que debemos partir al aeropuerto.
La sacó de la cama como un koala, pero antes de ir iremos a la mansión del terror, ya es hora de que ella sepa y vea un poco más de quienes somos en verdad