CAÍDA SIETE Héctor oyó un grito penetrante. Soltó sus herramientas, tomó un martillo y corrió escaleras arriba, subiendo los escalones de dos en dos. Una vez que hubo llegado escuchó un gruñido de hombre y encontró a una muy confundida Cherry con sólo una toalla de baño y chorreando agua, encogida de miedo apartándose de Tony “¡Coño, es bien rápida! No vi venir el golpe” Tony hizo una mueca de dolor, agarrándose las bolas. Héctor se relajó y puso el martillo a un lado. “¡Él – él se irrumpió aquí!” Tartamudeó Cherry apuntando hacia el bastante pesado nerd. “Sí… lo siento. En realidad es un amigo mío y no, no diría que es inofensivo, así que mantente en guardia con él. Tony, saluda a la encantadora señorita”. Héctor abrió sus manos en un gesto típico de quien presenta a una persona con