CAPÍTULO DIECISIETE Kevin oía el murmullo de los científicos y los reporteros alrededor de la sala cuando empezaron a darse cuenta de lo mismo que Kevin. El interior de la “cápsula” solo era una superficie sólida y rocosa. No había ningún hueco, ninguna señal de alguna tecnología avanzada. La roca que los científicos acababan de cortar era… …bueno, era una roca. Al instante, hubo un clamor, cuando un centenar de reporteros gritaban preguntas simultáneamente. En la pantalla, los científicos parecían igual de estupefactos, quietos allí como si no supieran qué hacer a continuación. —¿Cómo querría que prosiguiéramos, Profesor Brewster? —preguntó uno—. ¿Profesor Brewster? No respondía. Por lo que Kevin podía ver, estaba demasiado ocupado allí de pie colorado, sin saber cómo responder. —P