CAPÍTULO SEIS Kevin y su madre siguieron a la Dra. Levin desde las instalaciones del SETI hasta un coche que parecía demasiado pequeño para pertenecer a alguien de su posición. —Es muy respetuoso con el medio ambiente —dijo, en un tono que daba a entender que se había enfrentado mucho a esa pregunta—. Vamos, será más fácil que os lleve a los dos en coche. Son bastante estrictos con la seguridad. —¿Quiénes? —preguntó la madre de Kevin. —La NASA. A Kevin se le cortó la respiración al oírlo. ¿Iban a hablar con la NASA? Tratándose de extraterrestres, eso era incluso mejor que el SETI. El viaje en coche a través de Mountain View fue corto, como mucho de unos cuantos minutos. Aun así, fue lo suficientemente largo para que Kevin mirara a través de las ventanas a las compañías de alta tecnol