CAPÍTULO CINCO Tardaron alrededor de una hora para ir en coche desde Walnut Creek hasta el Instituto SETI en Mountain View, pero a Kevin le pareció toda una vida. No solo porque el tráfico hasta la ciudad iba a paso de tortuga por el cierre de carreteras; cada momento era algo perdido cuando él podía estar allí, podía estar descubriendo lo que le pasaba. Ellos lo sabrían, de eso estaba seguro. —Intenta no hacerte demasiadas ilusiones —le advirtió su madre, por lo que parecía ser la vigésima vez. Kevin sabía que solo intentaba protegerle, pero aun así, él no quería que su emoción disminuyera. Estaba seguro de que este sería el lugar en el que descubriría lo que estaba pasando. Ellos eran científicos que estudiaban a los extraterrestres. ¿No lo sabrían todo con toda certeza? Sin embargo,