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1779 Words

Ante la enormidad de la interrogante ella pestañeó ligeramente. —No tengo ni la más remota idea —dijo. —Imagino que regresaría a Londres. —No tengo ni la más remota idea —repitió Fleda. —No vive… esto… en ningún sitio concreto, ¿verdad? —insistió el muchacho. Owen pareció darse cuenta enseguida de lo que había dicho; ella percibió que él sentía haber aludido más groseramente de lo que era su intención a la circunstancia de que ella no tuviera, hablando con claridad, casa propia. Él había pretendido realizar una alusión de un modo enteramente considerado a todo aquello a que ella debería renunciar en caso de una disputa con su madre; pero es que no había modo de tocar aquel problema de forma elegante. Sencillamente no se podía hablar de él con claridad. Fleda, debido a su alteración, r

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