—Pos nos cortaron la luz —dijo Mora, mientras una lágrima gruesa corría por su rostro—. No sé que le diré a Juanito, él no merece esto, ¿Sabes? Me dio la lana para pagarlo, y se me fue todo en las medicinas del Matías ora que se enfermó, Juanito me va a dejar, un día de estos, me va a dejar por otra vieja, porque yo, ni un chamaco puedo darle. —No digas eso, Morita, pos yo sé que el Juanito, te ama de veritas. —El amor no es todo en la vida, Lex, de amor no se vive, la neta. —Ora, ¿Ya estás como la Nancy? No, carnala, el amor lo puede todo, no te rindas, no te achicopales, pos ahorita veo a ver como le hago, pero yo consigo la lana pa´ la luz. —¿Qué? Por Dios, Lex, ¡No! Tú tienes tus broncas, carnalito, a ver, ¿Y la güerita? —¡Ah! Pos no te preocupes, porque ya me encargué de mi güeri