Sin retroceso.

1123 Words
En la mansión de Camilo. Camilo llegó a la mansión al rededor de las siete de la noche, deseaba compartir un tiempo de calidad con su pequeña familia. —Buenas noches, espero llegar a tiempo para la cena— Mientras pronunciaba esas palabras iba entrando al área del comedor. —¡Mi nieto querido! Que bueno es verte en casa, nos haces muy feliz con tu presencia— Respondió Ofelia, quien es su abuela paterna. —Hoy quise venir a cenar con ustedes, no es que a veces no quiera, más bien es qué hay mucho trabajo en la empresa, pero hoy estoy aquí— Respondió mientras tomaba asiento. —Que bueno que viniste, le estaba contando a nuestra abuela Ake quisiera trabajar en la empresa, ya estoy en edad de hacer algo más que salir con las amiguitas, ¿Qué opinas?— Preguntó su hermana Emily, una joven de 19 años de edad. —Emily querida… Primero debes prepararte, lo que me gustaría es que decidas estudiar una carrera universitaria, la vida no siempre es fácil y necesitarás conocimientos, además si quieres entrar al negocio de la familia debes hacerlo. —Sabía que dirías eso… pero es que lo que me gusta hacer no es nada referente al banco. —¿Y que es lo que deseas estudiar?— Preguntó Camilo prestándole mucha atención. —Quiero estudiar medicina, quiero ser una ginecóloga, eso es lo que verdaderamente me gusta— Emily estaba un poco tímida al revelar su gusto porque pensó que iba a ser rechazada por eso. —Pero hermanita… El lunes iremos a primera hora a la universidad que desees, lo que quieras es que pienses en tu futuro, además es bueno ser médico y ayudar a la gente— Camilo tomó las manos de su hermana mientras le expresaba su pensar. —Emily te dije que Camilo lo entendería, así que el lunes a primera hora vas y te inscribes en la universidad que deseas— Con gran alegría y regocijo respondió Ofelia. —Hay algo más que debo decirle, tengo un año estudiando la carrera de medicina, y es en la universidad pública del país— Su voz se tornó un poco ronca y cortante. —¡Emily me has sorprendido! Fuiste a una universidad pública para que yo no supiera nada. —¡No! En realidad lo hice porque es la universidad que me gusta, ningunas de esas me privada le dan por los talones a esta. —Emily no hay problema, me gusta que sepas qué hay cosas que puedes tenerlas sin pagar, y que las apariencias no importan— Respondió Camilo orgulloso de la decisión de su hermana. —Pensé que ibas a enojarte conmigo, perdóname por no decírtelo antes, es que se cuanto querías que aprendiera todo sobre el banco, pero simplemente no es lo mío. —No podría enojarme contigo por eso, lo importante es que desees ser una mujer profesional a pesar de tenerlo todo, eso habla muy bien de ti, estoy muy orgulloso de tus decisiones— Camilo se levantó de su asiento para ir hasta la silla donde estaba su hermana, le dio un beso en la frente y un fuerte abrazo. En casa de Anastasia. —Enzo voy a salir unas horas, por favor si necesitas algo llámame— Le dije a mi hermano mientras tomaba mi bolso. —Está bien Anastasia, yo estaré bien mirando mi programa de televisión favorito— Respondió Enzo de buen humor. Al rededor de las ocho de las noche, salí de casa con el único fin de encontrarme con Amelia, sabía que ella estaría en un bar donde iba todos viernes, así que sin perder tiempo fui hasta allá para tratar al menos de recuperase su amistad y si no era eso que me perdonara. Unos minutos después entré a ese bar lujoso, estaba tragando hondo y pesado, me sentía nerviosa porque estaba muy avergonzada. —Hola Amelia— Dije tan pronto me acerqué a ella. —¿Qué haces aquí querida enemiga?— Preguntó con sarcasmo. —No me llames así por favor, necesito hablar contigo, no podemos estar enojada, nuestra relación no puede desbaratarse por un hombre, prometimos que eso jamás pasaría— Le respondí con un poco de nervios y vergüenza ala vez, quería recuperar su amistad pero sabía que lo que había echo había sido muy malo. —Anastasia mejor vete, no tuviste reparo en acostarte con Fred, los hombres de las amigas se respetan y tú solo me enseñaste que era una careta que llevabas puesta, me alegra tanto saber ahora quien eres en realidad— Amelia respondió con un aparente dolor en su corazón. —Amelia siempre he sido sincera contigo, jamás en la vida te haría daño y eso deberías de saberlo, perdóname, me tomé unas copas de más, además tú bien sabes que no quería probar alcohol, de echo ni siquiera me gusta. —¿Me estás echando la culpa de tus malas decisiones?. —Por supuesto que no, peor bien sabes que no me gusta tomar y tú eres muy insistente cuando te propones algo— Antes de Amelia responder, se levantó de su asiento, me tomó de la mano y fuimos hasta donde el Dj que tenía la música, le arrebató el micrófono para captar la atención de todos ahí. —Buenas noches queridos amigos… Qué buena esta la fiesta— Dijo emocionada… Todos aplaudían sus palabras. —¿Amelia que haces?— Pregunté sin obtener respuestas. —Está chica que ven aquí muchos la conocen porque es mi mejor amiga, pero a partir de hoy o bueno hace unos días dejó de serlo… Porque se acostó con el chico que me gusta, y los hombres para mi se respetan, por favor mírenla bien para que no caigan en sus garras de niña buena y que no rompe un maldito plato… Delante de ustedes le digo que jamás la perdonaré y que siga la fiesta— Sus palabras querían humillarme y de echo lo logró. Mientras salía del club todos me abochornaban , me decían cosas malas, entre ellas’ Mala amiga, te odio, los hombres agendo se respetan, no serás nadie sin Amelia, entre muchas cosas más.
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