Al rededor de las diez de la mañana llegué al festival junto a Enzo y Loren. Era nuestro fin de semana libre, así que no íbamos a desaprovechar la oportunidad para estar allí. —Vamos comprar un postre y a tomar asiento, ¿Que les parece?— Preguntó Loren muy emocionada. —Estoy de acuerdo, así hablamos un poco de algo muy importante— Respondí con una sonrisa. Después d e ir por unas pequeñas porciones de postre, tomamos asiento en unas mesas que estaban al aire libre. —Anastasia te fuiste del bar sin despedirte, ¿Pasó algo?— Preguntó Enzo con interés. —No pasó nada, solo cosas cotidianas, nada de que preocuparse en realidad. —Por cierto tengo tu bolso en mi departamento, te lo enviaré a casa o lo llevaré personal— Respondió Loren. —No te preocupes, yo puedo ir por el, o el día lunes me