Camilo y yo llegamos a la casa del inversionista al rededor de las 7:15 de la noche, me sentía un poco intimidada, no sabía cómo estaría aquel lugar o como me recibirían, me considero ser una persona tímida de vez en cuando. —Buenas noches— Dijo Camilo con buen ánimo al entrar a la casa. —Buenas noches amigo mío, es un gusto que estés aquí— Respondió supongo que el dueño de la casa. —El gusto es mío Ángel, te presento a mi secretaria Anastasia. —Mucho gusto Anastasia, mi nombre es Ángel, un viejo amigo de la familia— Se presentó animado. —Mucho gusto señor Ángel— Respondí con timidez. —Pasen a la sala por favor, mi esposa y algunos amigos también están aquí— Pidió con amabilidad. Fuimos hasta la sala donde estaban los demás, todos nos saludaron amablemente, éramos en total seis pers