Unas dos horas después la joven salió de la oficina de Camilo muy sonriente, pero no lo hizo sola, mi jefe la acompañó hasta el elevador. —Anastasia me iré temprano de la oficina, no olvide que estaré en su casa a las 8 en punto— Dijo Camilo cuando regresaba de reversa. —¡De acuerdo señor!— Respondí con nervios, aún no podía creer lo que había visto en la oficina de mi jefe. Después de completar mi jornada laboral, regresé a casa para prepararme y verme adecuada para la ocasión, para esto invité a mi nueva compañera de trabajo, Loren. —Loren bienvenida a mi humilde casa, no es una mansión pero tiene todo lo que necesito— Le dije mientras abría la puerta y entrábamos a casa. —No te preocupes, me encanta tu casa, se ve muy bonita por fuera y ahora que la veo por dentro más bonita— Respo