PVO Alexei.
Estaba apunto de relajarme en ese club que hace algunos años era mi lugar de distracción favorito, me encantaba el sexo, me había vuelto adicto, no lo niego, pero eso fue hace algunos años atrás, recordar ahora el rostro de esa mujer rusa me bloqueó, no era fácil hacerlo, me sentiría un imbécil follar a una puta viendo el rostro de Yulia en ella, era incómodo y más ahora con el problema que surgió en América, una carga había sido paralizada y corría el riesgo de ser retenida por la inspectoría de la ciudad.
¡Eran millones!, millones los que corrían el riesgo de perderse y eso me tenía preocupado, pero con uno que otro contacto, todo estaría solucionado, nada que no pueda hacer.
Miro mi reloj y ya son más de la medianoche, me relajo.De seguro Aidan debe estar divirtiéndose con sus castañas favoritas, las adora pero odia a las rubias, al parecer, su última novia que lo dejó para comprometerse con otro, tenía ese color de cabello y aún la recordaba, quien lo entiende, pero gustos son gustos. Mi celular suena.
Ah, justo es él, lo que me parece raro, muy raro, ya que es la hora donde él puede divertirse a sus anchas sin ningún tipo de restricción.
_Dime Aidan, ¿Acaso quieres que te acompañe en el trío que pediste? O quizás sea que no puedes solo.-Imposible, él es más resistente de lo que aparenta.
_No, disculpe que lo interrumpa, pero es que...
_¿Que pasa?
_¿Puede venir al Alacrán Sr? Aquí le explico, porque no creo que me crea a menos que usted lo vea por su cuenta.
Aidan parece agitado, no creo que sea nada importante, quizás alguna nueva novedad que pueda llamar mi atención, así que le indico que estaré ahí en unos minutos, ya que mi hotel se encontraba cerca al night club. Una noche, solo una noche no creo que caiga mal, solo debo bloquear el rostro de ella y punto.
Cuando ya estoy ahí, pregunto por el Sr Black, específicamente mi guardia, Aidan Black, que viene a mi encuentro.
_Vaya, la fiesta ya comenzó y tú pides mi presencia.¿Que?¿Acaso hay alguna que te interese y quieras comprar?
Una mujer se acerca y nos deja unas copas sin haberlas pedido, despues de todo él era muy reconocido aquí por mí y para sus invitados, sería una descortesia no hacerlo, aunque muchos, incluyendo el dueño, saben que yo soy él que tiene más reputación en este lugar.
_Algo así, pero necesito que lo tomes a bien, te tranquilíces y...
_¿Que lo tome a bien?.-Tomo una de las copas y observo animado que la pista principal, era el punto de atención por los caballeros que aquí presentes, eran todo tipo de sucios y repugnantes ricos con deseos de poner sus manos sobre una o varias mujeres exuberantes, y este en especial, el baile de una mujer que balanceaba su cuerpo por un tubo, como si fuera una experta llamó la atención de todos, y la mía.
_Sombra creo que debemos...-Levanto mi mano para callarlo y me deje disfrutar de la vista pero él gruñe molesto.-Deja que me entretenga un momento Aidan, mirar no es pecado, pero estoy apunto de romper eso.
_Sombra...
Otra vez me llama por mi apodo, si lo analizo parece desesperado.
_Bien, habla.
Está por hacerlo cuando unos gritos hacen que devuelva mi atención a la mujer que comenzó a quitarse el vestido y a quedar en ropa interior.
_¡Yulia por el Dios!¡Bájate ahora!
¿Yulia?
Desvío mi vista a la mujer que acaba de mencionar el nombre de ..
_¡Maldita sea!.-Aidan también maldice y ve a la mujer que deslizaba su cuerpo como una experta por el tubo, aunque podría apostar que estaba borracha y no lo que parecía.
_Aidan...
_Sí, sí, creo que es la mujer que piensa Sr.
Suspiro y me levanto del sofá, voy hacia la mujer que ignoraba completamente que estaba apunto de ser carnada de lobos hambrientos y mi paciencia apunto de romperse.
_¡Yulia ya basta!.-Vuelve a gritar su amiga pero ella ya estaba en otro espacio.
Subo al escenario sin ningún temor, tomo su mentón y hago que me mire.
Tiene la sonrisa más amplia, la mirada perdida y ojos dilatados, ha tomado y puedo asegurar que alguno tenía afrodisíacos y no estoy seguro que este acostumbrada a esto.
_Mmm...¿Q-quien eres?
Ella no sabe quién soy, pero yo la recuerdo perfectamente.
Yulia Ivanov.
_Hola guapo, ¿Quieres ayudarme?.-Se apoya en mi pecho sin ningún miedo, debería.-Hueles rico, mmm, pero pareces molesto. Quita ese rostro, eres apuesto, así que no te va.
Intenta tocarme el rostro pero yo soy más rápido y tomo su mano, ella me mira ignorando lo que pasará cuando la saqué de aquí.
_Oye me duele.
No respondo, estoy jodidamente enojado que podría matar a todos ahora mismo y no pasaría nada.
_¡Oye suelta a mi amiga!¡Ella no es una...
_¡Sr Deklan!
_¡¿Que?!¿D-deklan?.-Parece que una amiga también la acompañó en esta locura, la ignoro al saber que ella ya sabe quién soy, por su bien, más vale que no intente detenerme. Cargo a Yulia en mi espalda y bajo de ese escenario sucio e inmundo, esto no es para ella.
_¡¿Que haces?!¡No me saques de aquí! Me gusta.-Yulia se queja dando pequeños golpecitos con su inútil fuerza en mi espalda, pero me da igual.
_¡Espera!No puedes...
La amiga intenta detenerme pero Aidan se interpone entre nosotros y le apunta con un arma, bien, eso la detendrá.
_¿A-aidan?
¿Mmm? La mujer lo llamó por su nombre, ¿Se conocerán? Miro a Aidan que está agitado, casi paralizado al verla, tal parece que sí.
_Maya...
Susurra a duras penas pero lo oigo. Así que la mujer se llama Maya. Ambos se miran pero no dicen nada. Aunque ahora que la veo, es castaña, interesante.
_¡Bájame!¡Bájame! Soy casada, no puedes tratarme así infeliz.Le diré a mi esposo y él te matará.
Los quejidos de Yulia me despiertan de mi trance y continuo mi camino frente a todos estos hombres, que al escuchar mi nombre solo miran, nadie puede detenerme, y lo saben, a menos que no valoren su vida.
_Tú...¡Aidan!
Me detengo para observar la escena. La mujer se acerca a él pero Aidan sigue teniendo la mirada más fría que he visto, ni cuando aprieta el gatillo de un arma para disparar tiene esa mirada. La ignora, le da la espalda pero no da ni un paso.
_Tú.-Le ordena a un hombre que creo es de los nuestros.-Sácala de aquí.
Sonrío a eso, Aidan ordenando sacar a esa mujer de este lugar, muy curioso.
_C-claro Sr Black.
El hombre se acerca a la mujer, la toma del brazo pero ella se resiste.
_¡No! Nadie me da órdenes menos tú. Yo puedo hacer lo que se me da la gana Aidan Black.
Confirmado, sí lo conoce.
La mujer de nombre Maya, lo ignora por completo, le da la espalda también y besa al hombre que hace unos segundos Aidan ordenó sacarla.
Oh vaya, esto no está bien, nada bien.
Aidan no se mueve y la mujer parece que solo lo hace por despecho.
_¡Oye!¿C-cuánto tiempo me vas a tener así? Quiero que me bajes.
¡Rayos! La había olvidado. Yulia ahora comienza a patalear, lo que me incomoda más, pero se cómo calmar a esta mujer, así que le doy una palmada en el trasero que la estremece, se calma un poco.
_¡Imbécil!¡No tienes derecho!.-Grita entre jadeos y vuelve a patalear.
_Tengo todo el derecho del mundo cariño.-Le vuelvo a dar una palmada pero más fuerte que la primera lo que la hace estremecerse de nuevo, lo sé porque lanza un gemido casi erótico que hasta a mí me endureció y esta vez si se calla, mi mujer se calla.
Cuando regreso la mirada a Aidan y la castaña, la mujer pasa por mi lado iracunda, maldiciendo y sale del club. Eso debió ser caótico si es que olvidó que a su amiga la sostengo en mi espalda aún.
Vaya, vaya, no sé si en estos momentos soy solo yo o Aidan quién está más furioso.
_Los dos, fuera.-Ordeno y ambos obedecen porque ya habíamos llamado mucho la atención. Primero me calmo yo, después veo a Aidan, porque va a tener que explicarme cómo es que Yulia salió de la mansión y terminó en este sucio lugar, bailando borracha y casi desnuda antes una jauría de perros.
Subimos a la camioneta y Aidan maneja en silencio pero claramente se notaba que quería matar a alguien.
_Mmm..oye, ¿Me vuelves a pegar?
El afrodisíaco está teniendo resultado en Yulia quien no deja de seducirme con su cuerpo, sube, baja su mano e intenta tocarme la v***a pero la detengo.
_En nuestra cama cariño, en nuestra cama.
_No, quiero que sea aquí, aquí, ¿Sí?
Yulia, Yulia.
Sigue estando en trance, en completo líbido. Con su otra mano acaricia mi rostro y se acerca con clara intención de besarme, y lo hace. No la detengo, al contrario, dejo que continúe porque la deseo, deseo sentir y saber a qué saben esos exquisitos labios carmesí. Hago que abra la boca y desplazo mi lengua hacia la suya y jugamos, como si no fuera la primera vez. Ella logra subirse a horcadas y ya está encima mío en pocos segundos. Juguetea, sonríe y baja su brassier mostrándome unos perfectos pechos que sino fuera por Aidan que está queriendo matar, la follaría aquí mismo.
_¿Que?¿Porque te detienes?
_Porque no estás en tus cinco sentidos y yo quiero que lo estés para que sepas que debes obedecer cuando se te dice no salir.
Suelta una sonrisita, como si hablara en broma, ya veremos si volverá a sonreír así cuando esté consciente mi mujer.
_Llegamos.
Bien, muy bien. Me quito el saco y la cubro, no quiero que nadie vea su cuerpo, menos su culo, ella es perfecta para que otros la vean, pero aún así.
_Que se retiren Aidan, dile a los demás que despejen la entrada, que apenas entre mantengan su puesto.
_Entiendo.-Sigue enojado, aún así obedece. Una vez que no veo a nadie, bajo primero y después cargo a Yulia, ella se deja, parece que el perfume que desprendo le agrada.
_Aidan, mantén tu puesto, ya después me darás una explicación a todo esto, ¿Me entendiste?
Asiente y de inmediato llevo a Yulia a nuestra habitación. La echo en la cama y ella sigue mirándome con total despreocupación, como si fuera una puta que quisiera ser devorada por mí.
_¿Que?¿No vas a follarme como a tus putas del club?
¿Que dijo?
_Yulia, no sabes lo que dices, porque si lo supieras estoy seguro que ahora estarías lanzándome todo lo que encuentres a tu paso por lo que voy a hacerte.
Suelta una risa y se estira en la cama.
_No sé quien soy ni quién eres tú, solo quiero que me tomes en tus brazos y me hagas tuya, lo demás no importa.
_¿Segura?.-Pregunto aún sabiendo que su respuesta será afirmativa debido al alcohol.
_Muyyyy segura.
Pues bien, después no te quejes.
Subo como un animal hambriento por la cama, hasta llegar y estar encima de su cuerpo, me mira y odio esa mirada, no es la que deseo pero a ella parece darle igual que vamos a consumar nuestro matrimonio de esta manera.
Bajo con cuidado a su cuello y ella me recibe con sus brazos abiertos, me deleito en su piel suave y ardiente, hasta llegar a sus labios y comerlos a mi gusto, lo hago hasta desgastarla, morderla, hasta agotarnos pero ella no va a sentir más que placer a esto debido a la bebida y es más seguro que mañana lo va olvidar, lo que me enfurece aún más.
_¿Que eso es todo?
Mmm...no entiendo porque simplemente no abro sus malditas piernas y me introduzco en ella, así acabaría con su suplicio y el mío, pero no, aquí estoy, absteniéndome de coger a mi esposa y consumar lo que se debió hace unos días.
¡Maldición!
_¿No puedes?
_Yulia no me tientes.
_Vamos, hazlo, mi esposo no sabe dónde estoy, así que puedes aprovechar y hacer lo que quieras.
¡Maldita seas Yulia! Tú diciendo eso. Solo has hecho que me enoje, pero no te voy a dar el gusto estando en ese estado.
Bajo un poco y abro sus piernas pero no para follarla sino para chupar y comer su v****a a mi gusto, ella gime, grita, como si le doliera lo que hago. Estúpido, no es que sea virgen, quiero pensar que el licor está haciendo temblar su cuerpo de esa manera.
_Oh más...
La escucho gritar, y eso hago, me apodero de ella, la devoro, siento sus manos en mi cabeza y eso me excita, continuo hasta que se viene y a mi me enciende.
_Mmm... duele.-Ahora se queja, intenta alejarse pero se lo impido, subo de nuevo por su cuerpo y beso cada parte de su piel expuesta hasta llegar de nuevo a sus labios, ella me recibe y nos volvemos a besar, con deseo, lujuria y pasión.
_¿Q-quien eres?
_¿Quien crees?
_Mmm...
Bajo mi mano e introduzco unos dedos dentro de ella lo que hace que gima y un orgasmo tras otro la delaten.
_Oh por Dios, ya no, ya no más.
_Lo siento, debiste pensar en tus palabras antes de provocarme Yulia Ivanov.
_Mmm...-Su cabeza se inclina hacia atrás, lo que indica que un orgasmo se está apoderando de ella de nuevo, a los segundos, lo suelta y yo me delito en su sabor, delicioso, mejor de lo que imaginé.
_Eres un...
Antes que termine de darme su último dardo, sus ojos se cierran, su cuerpo se desvanece en mis brazos, hasta que lo hace finalmente y yo la envuelvo con el calor de mi cuerpo. No sé cuento tiempo estuve así, sin moverme, solo acariciando sus cabellos rubios y oliendo su perfume a fragancia dulce, creo que no va con ella, solo después de unos minutos más, caigo dormido.
¡Demonios!
El sonido de un disparo me despierta pero no a ella que sigue profundamente dormida. La dejo caer de a poco sobre el colchón y me salgo, me acomodo un pantalón y voy a ver qué rayos acaba de pasar, porque solo fue un disparo. Voy al hangar, dónde ya varios guardias estaban merodeando curiosos y por su comportamiento sabía que algo interno estaba pasando. Al verme se inclinan con respeto y pregunto por quien debió aparecer ante mí y darme una respuesta por el disparo de hace un momento.
_¿Dónde esta Aidan?.-Pregunto, a lo que uno responde señalando al interior de hangar.-¿Haciendo que?
_Sr Deklan en verdad no sabemos que está pasando, solo llamó a Luis y pues..
_¿Luis?
_Es el guardia que vino en la madrugada con ustedes Sr.
Ah, ya entiendo. Voy y abro la puerta, solo para encontrarme con un hombre arrodillado con sangre y el otro, Aidan, con un arma en la mano, apunto de matarlo. Debí suponerlo.