Capítulo 4

1507 Words
Dara Pov: Lo que me voy a poner consiste en un brassier tipo top de encaje vinotinto que por lo menos cubre mis pezones y unas bragas tipo cachetero del mismo encaje, es una prenda muy hermosa y sensual de una manera no muy vulgar, pero aun así no me veo capaz de usar este tipo de atuendo. Acaricio con suavidad la sensual prenda, la suavidad del encaje acaricia mis dedos. La miro dudosa y me muerdo el labio con nerviosismo. Vamos Dara tu puedes. Me doy ánimo mentalmente. Me desvisto con lentitud, mis torpes movimientos dificultan mi acción, estoy muy nerviosa a decir verdad, los nervios provocan estragos en mi estómago y en todo mi sistema.  Me la coloco lentamente analizo que todo esté en su lugar y perfectamente colocado, me miro al espejo. Otra vez me quedo impresionada, me veo demasiado sensual, no parezco la misma chica, no pareciera que la mujer que me mira impresiona en el espejo sea yo. Mis pechos se ven un poco más grandes de lo que son usualmente, y agradezco que el cachetero tenga una tela que dé más a la imaginación, es muy sensual sin rozar lo vulgar, es ideal, pero aun así no me siento del todo cómoda. Me pongo nerviosa otra vez, todo el mundo me vera, y sobre todo mafiosos morbosos que tanto he evitado en todo este tiempo, mafiosos que miran con lasciva, mafiosos peligrosos, mafiosos sin alma ni corazón. Solo le ruego a Dios que no vaya a meter yo la pata. Veo una caja de zapatos me acerco a donde se encuentra y la abro,  me encuentro unos tacones dolorosamente altos de color n***o. Tengo suerte de saber cómo caminar en zancos como estos, me los coloco y los amarro correctamente, estos hacen que aumenta mi estatura, lo cual hace ver mis piernas más torneadas, largas y firmes. Me roció un poco de perfume y me coloco crema en los brazos y mis piernas Suelto un largo suspiro, ya casi me tocará enfrentar a personas que no quiero enfrentar en realidad. Mis ojos se dirigen al saco de plástico donde viene la ropa la cual estoy usando, veo en el fondo un albornoz de suave seda del mismo color del conjunto de lencería. Me lo coloco delicadamente y lo amarro en mi cintura. Me observo por última vez en el espejo verificando que todo esté en orden, me dirijo hacia la puerta y antes de abrir la puerta mi mano se detiene en el picaporte, dudas me embargan y aumentan mi nerviosismo, pienso en múltiples escenarios y ninguno de mi agrado. Sacudo mi cabeza con suavidad, solo saldré modelare y me iré a mi casa, armada por la seguridad de ese pensamiento, salgo del camerino.   Veo que la mayoría de las chicas de lencería están listas, maquilladas y con sus sensuales conjuntos. Algunas cargan el albornoz sin abrochar y otras ni siquiera lo usan. Veo conjuntos que son mucho más reveladores que el mío y agradezco mentalmente a  Cameron por elegirme uno que no mostrara tanto por lo menos. No veo por ningún lado a las chicas de playa ni a las de gala. Supongo que las de playa están modelando y las de gala  quitándose sus pesados trajes. -¡Lencería sigue!- grita Cameron y veo que todas se emocionan y se arreglan un poco más, algunas se bajan tanto los brassier que temo que en media pasarela se les salga el pezón- Niñas apresúrense. Yo me coloco en la línea esperando que las otras se terminen de arreglarse. Cameron viene y me mira. -Desabróchate el albornoz- lo hago y me observa detenidamente, sonríe complacido- ves te dije que tenías un cuerpo espectacular y lo tenías que lucir. Ruedo los ojos y vuelvo a amarrarme el albornoz. -¿Sabes que te los tienes que quitar verdad?- me mira un poco preocupado. -Sí, pero cuando este arriba- le sonrío, no me siento muy segura como para andar sin albornoz aquí, en la pasarela tendré que hacerlo pero aquí no, así que prefiero dejarlo. -Bueno…- dice dudoso, veo que entran poco a poco las chicas de playa- Muy bien hora del show. Pasamos detrás de la pasarela, nos organizamos por orden de la lista y veo que sube la primera. ¿Dónde estarán esos mafiosos? ¿Cómo serán? No sé porque a mi mente vienen dos hombres gordos, calvos, con mirada morbosa y sonrisa asquerosa. Sacudo mi cabeza. No deben ser así puesto que las chicas y hasta el mismo Cameron me dijeron que eran unos verdaderos dioses griegos, tanto escándalo debe ser por algo.  -Dara ven- dice mi amigo, sacándome de mis pensamientos, camino hacia un lado del escenario donde se puede ver a escondidas todo lo que pasa en la pasarela y en el público desde la parte trasera.- ¿Ves al hombre de traje caro que está rodeado por mujeres y está tomando?- desde aquí no se ve muy bien pero ocupa un lugar al frente de la pasarela y está rodeado por demasiadas mujeres, por lo poco que se ve es bastante bien parecido, por lo poco que se ve- Ese es D´Bossio. Yo abro los ojos como platos y mi boca está ligeramente abierta. No, no puede ser; esperaba que estuviera más lejos, no así de cerca, ya me estoy acobardando, no quiero hacer esto, no quiero enfrentarme a esto, para mí es demasiado grande esta situación. ¡No! ¡Tú puedes! Me animo mentalmente; yo puedo, yo puedo… Total no se acerque a mi todo estará bien, no se va a acercar a mí ¿Por qué lo haría? Tiene miles de mujeres, no hay manera que se fije en mí. Ese pensamiento me alivia de gran manera. Veo como se entretiene mientras tiene un montón de mujeres encima que lo acarician y observa atento a la mujer en lencería que modela como si fuera un show privado solo para él. Estoy más que segura que muchas le darían ese show sin queja alguna. -¿Ves el chico de al lado?  El que está enfrascado en su teléfono- veo que al lado de este chico hay una chica que lo codea para que vea los atuendos y el solo sube por un segundo la mirada con aburrimiento, asiente y vuelve al teléfono ¿Será una de sus mujeres? Por lo poco que puedo ver es muy apuesto también- Ese es Kozlov. J.O.D.E.R Los dos están en frente de la pasarela, no puede ser tanta mi mala suerte; aunque Kozlov parece más interesado en su celular que en las chicas que obviamente intentan seducirlos a los dos. Chica tras chica pasa y mis nervios van en aumento; siento que la respiración me falla y las piernas me tiemblan. Cálmate Dara sino te desmayaras y será mucho peor y muchísimo más vergonzoso. Inhalo profundamente para calmar mis nervios, los logro calmar, pero no del todo, sigo muy nerviosa y asustada. Creo que el único que está interesado en el físico de mis compañeras es D´Bossio. Veo que es el turno de Cristal y sé que hace algo al único de los dos que le presta atención. Lo sé porque puedo ver a D´Bossio sonreír mientras da un trago. -Ya casi es tu turno Dara- es verdad, falta Agatha y ella ya está subiendo a la pasarela, siento que mi respiración se enfrasca, me siento desfallecer, puedo asegurar que hasta empalidecí- Tranquila Dari- dice mientras me abraza, al parecer mis nervios son más que notables- lo harás espectacular, recuerda ser sensual y decidida- me susurra en el oído- no tengas miedo, estas hermosa. Yo asiento y le regalo una pequeña sonrisa, aferrándome a sus palabras. Me coloco en la base de las escaleras esperando mi turno. Escucho la música erótica que suena y le lanzo una última plegaria al cielo para que todo salga bien. Veo que viene Agatha bajando las escaleras y me mira con una sonrisa burlona. Yo solamente me trago los nervios. Y subo lentamente las escaleras con temor de tropezarme. Al llegar arriba veo como una luz roja me rodea y visualizo la larga pasarela que estoy a punto de caminar, todo parece tan irreal, me siento en un sueño y no de la mejor manera. Estoy segura que nadie me ve bien, solo deben ver mi silueta. Una música sensual desconocida para mí suena y es cuando avanzo lentamente a ritmo de la música. Un pies delante del otro, un pies delante del otro… Me digo mentalmente para evitar tropezar. Luego algo llega a mi mente de sopetón. ¡j***r, el albornoz! * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
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