capítulo 8

2092 Words
Punto de vista de Nathan En el momento en que ella entró en su oficina, su aroma lo golpeó tan fuerte que tuvo que esforzarse para no retroceder, mezclado con toda la sangre de los hombres a los que había atacado tratando de escapar de él al llevarla a casa, junto con su propia sangre, se encontraba el olor a coco, vainilla y rocío matutino. ––Ella era su pareja. ––Havoc rugía de furia por el estado de su pareja, estaba llena de moretones y heridas en muchos lugares. Tenía marcas de manos moradas alrededor de su cuello, su hermoso rostro estaba ensangrentado y destrozado por el costado derecho, y la sangre seguía goteando lentamente desde su barbilla. Su hombro derecho quedó expuesto cuando su blusa se rasgó por la costura, tenía cortes y raspaduras profundas, y aún había sangre goteando por su brazo, sangrado activo. Ambos brazos tenían marcas de manos que ya se estaban volviendo moradas. La parte delantera de su blusa estaba cubierta de sangre, no solo la suya, tenía una larga rasgadura cerca de la parte superior de la blusa y parte de su piel blanca y suave sobre su pecho quedaba al descubierto, manchas de sangre emergiendo desde debajo de su pecho herido, hasta quién sabe qué punto. Sus ojos continuaron evaluando su cuerpo roto y maltratado. Había una mancha de sangre en su cadera derecha, una herida debajo de su falda que aún no se había visto, su pie derecho y su tacón estaban cubiertos de sangre, no era suya sin embargo, el dolor los estaba destrozando tanto a él como a Havoc por el estado en que ella se encontraba, sus dos rodillas estaban ensangrentadas y heridas, todavía podía ver que tenía piedras incrustadas en su mejilla, hombro y rodillas. Havoc quería matar a todos. No se suponía que le hicieran daño. Si esto no era daño, ¿qué demonios era? Nathan estaba haciendo lo mejor posible para contener la bestia que llevaba dentro, al ver las lágrimas corriendo por su rostro, ahora tan dañado que apenas se parecía a sí misma, su furia se intensificaba aún más. ––Tú hiciste esto, ––rugió Havoc a Nathan, sus garras desgarraban su mente tratando de lastimar a su contraparte humana. Observó cómo Jackson la sentaba en la silla frente a él, su cabeza estaba inclinada, la derrota estaba escrita en su postura y expresión, ella aún no lo había mirado. —Mírame—, le exigió, no podía contener su enojo, y desafortunadamente sabía que sonaba furioso con ella, pero en realidad solo quería ver esos ojos verdes, que una vez lo miraron con alegría y cariño, llenos de ternura, tal vez incluso de amor, aunque nunca le había dicho que lo amaba. Pero tal vez alguna vez lo había sentido. Podía sentir cómo sus ojos lo examinaban, estaba luchando desesperadamente para evitar que Havoc rugiera —Pareja— hacia ella, estaba mordiendo con fuerza la necesidad de reclamarla en este mismo instante, podía probar su propia sangre. Ella no parecía haber reaccionado ante él ni a su aroma, algo estaba mal aquí, muy mal. Finalmente, esos ojos verdes como joyas se encontraron con los suyos, llenos de lágrimas, Havoc de inmediato comenzó a desgarrar y arañar su mente, desesperado por llegar a ella, consolarla y reclamarla para sí mismo. Por una vez, Nathan realmente tenía el control completo, probablemente solo porque solo veía miedo en sus ojos, su pareja estaba aterrorizada de él. Sabía que la rabia y la agresión de Havoc se estaban desbordando de él y llenando la habitación a su alrededor. No podía detener eso. —Cálmate—, le gritó a Havoc, —la estás asustando. Esos ojos verdes solo lo miraron durante unos breves segundos, tal vez 3 si tenía suerte, antes de bajar la mirada hacia el suelo, ni siquiera podía soportar mirarlo. —Mierda, esto es malo—, pensó. —¿Pareja?— rugió Havoc en su mente, —¿por qué no saber? ¿Nosotros Pareja? — Havoc estaba tan enfadado que apenas podía formar una oración correcta. —Veneno de lobo y plata suprimiendo sus instintos naturales. —¿Kora? —Desconectada de ella—, dedujo Nathan, hasta que se libere completamente del veneno de lobo y se quite los puños de plata. Es probable que no se dé cuenta de que él es su pareja. —Quítale los puños—, le ordenó Havoc. Furioso, todavía los llevaba puestos, obstaculizando su vínculo de pareja. En ese momento, la puerta de su oficina se abrió violentamente, lo que atrajo su atención de Jay-la, su Segunda Oportunidad de Pareja, hacia su padre, el antiguo Alfa. —Hay problemas, hijo, tu madre acaba de grabar esto. Nathan vio movimiento y observó cómo Jay-la se dirigió hacia su padre y se arrodilló. Seguramente le debió haber causado un gran dolor, pero lo soportó y suplicó por su vida. Su corazón le dolía terriblemente, ella pensaba que él iba a matarla. Más lágrimas caían de sus bellos ojos mientras lo miraba a él, a su padre Blaine, mientras suplicaba por su vida. Sus siguientes palabras le golpearon como un bloque de cemento. —Por favor, tengo 3 hijos, una familia—. Su ira estaba siendo reemplazada por el miedo, ella ya tenía una pareja y una familia. Tal vez por eso no los reconocía como su pareja. —No—, gimoteó Havoc, el dolor comenzando a filtrarse en su furia. Un gruñido surgió de él y Nathan supo que Havoc iba a matar a su pareja, ella era suya, Kora era suya, nadie más iba a tenerla. —Solo nosotros—. Gruñó, su ira se volvió a avivar ante la mera idea de que alguien más tocase a su pareja. —La marcaremos sobre él, reclamemos ahora—, rugió Havoc.Vio a su padre intentar aclarar su declaración con su regalo otorgado por la diosa de la visión mental, ella ni siquiera dudó, no estaba mintiendo y él lo sabía, después de que su padre se apartó y simplemente la miró horrorizado, vio cómo se inclinaba tan bajo que su cabeza tocaba el suelo a los pies de su padre mientras suplicaba que sus hijos no se quedaran sin madre. —Levántala—, rugió Havoc, su ira completamente renovada y a pleno vigor al ver la posición sumisa que ella había adoptado frente a su padre. Nunca quiso verla tan baja. No su compañera, no la futura Luna de su manada. Observó cómo Jackson la levantaba del suelo, era tan gentil con ella. Nunca le había hecho daño, incluso cuando la había llevado a la oficina y la había sentado en la silla frente a él, su toque había sido suave y delicado. Una parte de él se preguntaba qué sentía Jackson por ella, estaba tan enojado cuando Nathan le ordenó que se fuera, nunca antes lo había visto tan furioso. Ahora, observándolo con ella, le preocupaba que algo más estuviera sucediendo, tal vez ella tenía dos compañeros. Ese pensamiento provocó un gruñido de Havoc, ––yo no comparto, ––Nathan estuvo de acuerdo, ––lo sé. ––Tendría que volver a eso más tarde. Su atención se centró en el televisor y se quedó allí viendo como Eric Stanton, el actual CEO de Stanton & Co Law Firm, el jefe de Jay-la, lo acusaba directamente de secuestrarla, luego presentaba pruebas que podrían interpretarse como evidencia. Esa demanda de que volviera a casa o él iría por ella. Luego, la grabación de ella siendo drogada y secuestrada fue completamente sorprendente, los lobos generalmente eran muy buenos cubriendo sus rastros en el mundo humano. Ese bastardo incluso se había molestado en contactar a los federicos humanos y poner en marcha una investigación, y amenazaba con utilizar todo lo que tenía en su contra. Esto era realmente malo, si la encontraban aquí y en su estado actual, todo apuntaría a él. Sí, había hecho todo lo que Eric afirmaba, pero en la Sociedad de los Wolfen era completamente normal reclamar lo que era tuyo, sin importar cómo se hiciera, él era el Alfa y ella era una de los miembros de su manada, su compañera. Tenía todo el derecho de recuperarla como le placiera. Técnicamente, incluso antes de saber qué ella era su compañera, todavía le pertenecía. Maldijo en voz alta en cuanto los guardias de su puerta le informaron a través del vínculo mental que había un auto con funcionarios del gobierno humano en el camino de entrada. Jackson resopló molesto, las cosas se pondrían serias. ¿Cómo iban a explicar su estado actual? —Podríamos explicarles que la rescatamos de los secuestradores—, ofreció Jackson a través del vínculo mental. —Quítenle las esposas—, gruñó, cuanto antes recuperara a Kora, antes sabría que él era su compañero y todo este espectáculo de mierda podría resolverse rápidamente con una simple declaración de Jay-la de que no le habían hecho daño y que, de hecho, ella y él estaban en una relación, que él la había salvado. ––Esperas eso ––resopló Havoc, ––mira a tu compañera. Herida. Preocupada. Cachorros en algún lugar, separados por nosotros. Nathan sabía que era un lío. ––En cuanto nos reconozca, Havoc, podemos manejarlo, ––intentó tranquilizar a su bestia. Escuchó el aullido de dolor mientras todos intentaban encontrar una manera de lidiar con los federicos, y de repente Jackson fue desconectado de la conversación del vínculo mental. La atención de Nathan volvió a la habitación en la que estaban para ver qué estaba sucediendo y ella había desaparecido. Podía escuchar los tacones de sus zapatos en el suelo de madera corriendo lejos de él. Se preparó para seguirla, detenido por la mano de su padre en su hombro. —No tú. Si los federicos te ven persiguiéndola, empeorará. —Yo puedo alcanzarla.— —Yo iré—, declaró Jackson, aún sosteniéndose en sus partes íntimas. Ella lo había golpeado bastante fuerte, obviamente, y lo había cogido completamente desprevenido, al parecer, atacándolo mientras estaba distraído con el vínculo mental. Observó como Jackson se enderezaba con esfuerzo, respiraba hondo para controlar el dolor y luego salía por la puerta hacia su oficina para ir tras ella. Ella le había devuelto su gentileza y amabilidad de una manera terrible. —Hijo, ¿qué está pasando?— preguntó su padre, con curiosidad en su voz. —Ella es mi compañera—, Nathan dijo frotando una mano sobre su rostro y a través de su cabello, la frustración lo llenaba. —¿Qué?— su padre lo miró sorprendido, —¿Y la trajiste de vuelta aquí así? ¿Tú y tu lobo están locos? —Me enteré ahora mismo cuando ella entró en mi oficina. —Bueno, mierda—. Se quedó callado entonces durante un buen minuto, claramente pensando en algo. —entonces, ¿por qué sigue huyendo de ti? —Ella está desconectada de Kora, la matapelos y la plata. —Así que antes de que pueda siquiera comprender qué está sucediendo en esta oficina, ella está huyendo de nuevo. —Jackson la atrapará—, Nathan dijo con frialdad. —Si mal no recuerdo, hijo. Ella podía superar a tu Beta en los días en que vivía aquí. Un gruñido escapó de Havoc. Había olvidado eso, ––en este momento no tiene a Kora, por lo tanto no tiene la velocidad del lobo, él la atrapará. ––Trató de calmar el creciente deseo de Havoc de perseguirla él mismo.—Será mejor.— Masculló Havoc, dejando saber a Nathan su descontento con la situación. —¿Jackson?— Nathan disparó a través del enlace mental cuando no había oído nada durante 5 minutos sólidos, ¿cómo podía alejarse de él sin Kora y en esos malditos tacones de aguja? —Kora está despierta y rápida, jefe, no voy a poder alcanzarla—, suspiró. —¿Qué tan cerca del portón está ella? —Está a punto de llegar, en cualquier minuto. Havoc gruñó en su mente. —Vamos. —No podremos alcanzarla ahora. —Jackson, detente. La recuperaremos después. Déjala ir, detente en el momento en que creas que alcanzará el portón. Está abierto para los Federales. —De acuerdo, jefe. Sólo tuvo que esperar unos minutos. —Se fue, jefe. ¡Lo siento! —Vuelve a la casa de la manada, sabemos a dónde está yendo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD