¿Cómo mierdas estoy aquí? No, ya sé cómo estoy. Cambio mi pregunta. ¿Como estos salgo de todo este problema del cual no debería estar envuelta? En fin. Ya estoy metida en esto, ya no me puedo salir tan fácil. Cruzó las puertas de la casa Bogdanov, con Esteban sosteniendo mi mano y Aninka detrás de nosotros. — Padre, ya llegamos. — Estoy en la sala de estar, hijo mío. Caminamos hacia la misma. Encontrando en esta al señor con el que anteriormente me había topado cuando irrumpí. Bajo mi mirada enseguida. Estoy segura que estoy sonrojada hasta más no poder. Intentar ser temeraria es una cosa, pero que te cojan con las manos en la masa y te topes con él es otra cuestión. — Adelante pequeña. No te avergüences. Ya nos hemos visto antes y sé que no eres una mala chica. Además, a juzgar