— No te metas en esto Sofía, es algo que no te incumbe. — Lo es si con ello dañado a Aninka. Lo es si estas equivocándote. — Tu manera de demostrar afecto hacia mi hermana, apesta. — No solo estoy demostrando afecto. También estoy demostrando apoyo, el cual estoy segura que viniste aquí a todo menos a eso. — Te equivocas en eso. Ahora —dice acercándose a mí. Yo no retrocedo— piérdete de mi vista antes de que se me olvidé que eres mujer. En su voz podía notar que ya no era el chico que a veces era decente conmigo. Ahora puedo ver un auto oscura que antes no percibía o no tenía. Frente a mí está el mismo chico con el que he discutido, conversado e incluso acosado —por Aninka —. Pero por más que intente buscar a aquel chico inteligente, no lo encuentro. Junto con él desapareció el amor