Capítulo 12

1049 Words
En poco tiempo Alexi se volvió parte de aquella tribu. Su pequeño hijo comenzó a dar sus primeros pasos y a decir sus primeras palabras. También Alexi descubrió que esperaba un segundo hijo de Cedric. Ahora no le preocupaba mucho ese asunto porque su hijo crecería en un buen lugar. Los meses pasaron y las hojas verdes cubrieron los árboles, las flores abrieron sus pétalos y la nueva vida comenzó. También los labores de parto comenzaron para Alexi y fue ayudado a dar a luz por aquel Omega que se había vuelto su amigo cercano. El dolor era intenso, tanto que le hizo perder la noción de si. Pero afortunadamente la bebé pudo nacer sana. —Es una niña, Alexi— aquel chico sostuvo a la pequeña en sus brazos y miro con una sonrisa a Alexi, mismo que deliraba —Una linda Omega— susurró y volvió su vista a la bebé. Alexi no reconoció las palabras de Lelie, solo vio la silueta borrosa del chico, luego su visión se oscureció y perdió el conocimiento. —¿Qué le pasa?— preguntó Lelie a su madre, quien estaba haciendo presión en el pecho de Alexi. —Sal, Lelie— su madre ordenó. Lelie se levantó del suelo y se llevó consigo a la recién nacida, misma que lloriqueaba sin cesar. —Tanquila— Lelie comenzó a arrullarla —Tu madre está bien, solo necesita descansar— susurró. Fue a dónde su padre, el líder de la tribu, se encontraba. —¿Cómo fue el proceso?— pregunto el hombre —¿Alexi está bien? —Madre pidió que me fuera antes de que pudiera saber su condición. —Ire— el hombre se puso de pie —Cuida bien de los niños. Enviaré a tu hermana para que te ayude— dijo antes de salir de la choza. —Si, padre— Lelie susurró y acomodo a la recién nacida en la misma cuna dónde dormía el pequeño Christoph. —Hermano, estoy aquí— la chica entro a la choza y se acercó a la cuna, en dónde Lelie se encontraba viendo con ternura a los dos bebés. —¿Qué ocurre Dukum?— el chico la miró molesto —Despertarás a los pequeños. —Padre me pidió que viniera— dijo en susurros. Camino a dónde Lelie se encontraba y miro a la recién nacida —Es hermosa, se parece a Alexi— miró a Lelie y sonrió. —Es pequeña, aún no es posible saber a quien de los dos padres se parece. —No es como si conociéramos al alfa de Alexi. Lelie miró a su hermana y no dijo palabra. Solo se mantuvo cuidando a los pequeños, mismos que dormían cómodamente. (...) La madre de Lelie se encontraba reanimando el corazón de Alexi, mismo que se había detenido por varios segundos. El parto lo había debilitado, aparte de que no había obtenido la suficiente fragancia de su alfa durante el embarazo, eso hizo las cosas complicadas. Afortunadamente y gracias a sus años de experiencia, la mujer logro estabilizar el estado de Alexi. —Sin duda alguna este ha sido el parto más complicado que he tratado— la mujer lavo sus manos y miro a su esposo. —Es bueno saber que mi mujer hace bien su trabajo como curandera de la tribu— el hombre se acercó a ella. —Todo es gracias al conocimiento que herede de tu madre— sonrió y volvió con Alexi. Tomo trapos húmedos y limpio el cuerpo de Alexi, después lo cubrió con una liviana manta y lo dejo descansar, Necesitaba recoger herbolarias para hacer medicina. Alexi necesitaba esa medicina para su pronta recuperación. La mujer tomo su equipo y tomo rumbo al bosque, acompañada de su marido y algunos de los jóvenes que aprendían de ella. Afortunadamente logro conseguir todas las hierbas que necesitaba. Volvieron a la tribu y la mujer fue a hacer la medicina. El antibiótico servía para sustituir las feromonas del alfa. El cuerpo de Alexi necesitaba las feromonas del alfa que lo había marcado para que pudiera tener una mejor recuperación, pero, al no estar cerca, la Omega decidió usar esa hierba para sustituirlas. La mujer aplicó el ungüento bajo la nariz de Alexi, en sus muñecas, detrás del cuello, sobre la marca y en la frente. Una vez concluyó su trabajo dejo a Alexi descansando y al cuidado de uno de sus subordinados y fue a dónde Lelie y su hermana se encontraban. La recién nacida necesitaba leche, así que llevo a la niña con una de las mujeres que habían parido no hace mucho, ella ayudaría a la alimentación de la bebé durante sus primeros días, después, cuando su estómago fuera resistente podría tomar leche de cabra o vaca sin ningún problema. —¿Cómo está Alexi?— pregunto Lelie a su madre. La mujer lo miro —él está estable. Aplique hierba de Gullu para que su estado mejore. —Que alivio— susurró y mostró una sonrisa —¿Puedo verlo ahora? —Esta descansando justo ahora, el parto fue difícil— la mujer tomo al pequeño Christoph y lo alimento también —Podrás verlo cuando despierte. —Si— el muchacho susurro y fue triste a recostarse sobre su cama. Al finalizar de alimentar al pequeño la mujer lo entrego a su hija mayor para que cuidara de el y ella fue a dónde su deprimido hijo se encontraba. —Mi pequeño niño— la mujer se sentó en el borde de la cama —Se que estás preocupado por el— tomo su cabello y comenzó a acariciarlo —Se que ese niño foráneo es especial para ti porque te sientes cómodo con él— sonrió —No tienes de qué preocuparte. Yo, tu madre, me encargaré de cuidar de el hasta que mejore. Lelie la miró y sonrió —Alexi es como un hermano mayor para mí. Sus bebés lo necesitan y yo también, es bueno conmigo y lo aprecio. —Lo se— la mujer también sonrió, se acercó a la frente del muchacho y la beso —Descansa y no te preocupes demasiado por él. Estará bien— se levantó de la cama y se fue a revisar el estado de los bebés.
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