Lo que dijo me incómodo. Está más que claro que esa mujer solo quiere joderme. Hasta sentí que Jonan se incomodaba. Entiendo qué para él debe ser difícil esta situación y espero que el remordimiento le esté comiendo por dentro.
Me atraganté con mi propia saliva, la mesa se mantenía en silencio. Hasta la propia Jeon Haneul sintió la tensión de la mesa.
— Eso no es asunto suyo, señora. – espetó Ari. — Lo que mi hermana haga o deje de hacer con su cuerpo, es problema solo de mí hermana.
Por primera vez, me sentía agradecida de tener a Aria conmigo. Ella apoyó su mano en mi muslo, a modo de protección. Quería salir corriendo de esta situación, pero no podía. Porque le dejaría en claro a esa mujer que soy débil.
— Claro que nos incumbe, era nuestro nieto y por su irresponsabilidad no está con nosotros. – siguió hablando Sunhoo.
— Sunhoo creo que no– Sunhoo corto a su mujer, la señora Jeon.
— No puedes defender un comportamiento así, Hane. ¡Esta chica terminó con una vida!
Ahora mismo quería llorar. No quiero estar aquí, no quiero estar en la misma habitación que esa mujer.
— Mamá por favor, no sigas por ahí. – suplico Jonan.
— Esto es realmente denigrante. Le está recriminando a mi hermana algo que debería hacerle a su hijo. Él la abandonó estando embarazada y sabiéndolo. El tiene aún más culpa. – Volvió a defenderme, Ari.
Yo no podía articular palabra, no me salía y estaba segura de que si lo intentaba se me trabaría la lengua.
— Le estoy recriminado porque había otras alternativas, que no fueran matarlo.
— Osea que mi hermana se tenia que joder sola con un mocoso que no quería, mientras que el padre del niño estaba tocandose los cojones en otra cuidad sin hacerse cargo… sabiendo que mi hermana no estaba bien mentalmente por haber perdido a un compañero de clase, por haber perdido a su hermano pequeño ¡y por haber perdido a su maldita madre! ¿¡En serio tenemos que aguantar ser juzgados por ustedes!? No, no lo permitiremos. – ari se levantó de golpe, tirando de mi brazo. Me levanté de igual modo y Zack imitó mi acción. – Quieren guerra, nuestra manada es diez veces más grande y preparada que la vuestra. – finalizó sus palabras tirándole la copa de vino blanco encima a Sunhoo.
Sentí una euforia enorme cuando salí de casa de los Jeon, tanto que no me lo pensé y abracé a Aria como nunca.
— Gracias, enserio, gracias Ari.
— Para eso estamos, nos guste o no, somos familia… Iré a contarle lo sucedido a papá, inicie una guerra verbal con los Jeon, qué forma tan glamurosa de empezar el día, me encanta.
Me quedé mirando como se alejaba, con su elegante caminar. Subió a su fiat rosa y la perdimos de vista. Subí a mi coche, y Zack imitó mi acción. Lo que no esperaba es que Jeon saliera de su casa y subiera también al coche.
— No hablemos de lo que pasó dentro, por favor. Vengo para encontrar a Tannie, luego si quieres me sigues odiando.
No puse pegas, total, debíamos estar los tres, como dijo H en el mensaje. Los tres miramos a la vez el teléfono de Zack, cuando sonó la notificación.
El nervioso desbloqueo el teléfono y entró en el chat. Nos quedamos expectantes esperando que hablara.
— Dice que debemos ir a donde comenzó todo, al lugar donde la tragedia se sembró entre los estudiantes del Goya.
El silencio que inició en el coche, perturbaba a cualquiera. ¿Esto iba en serio?
— ¿Se refiere a dónde murió Sanghyun?
Tanto Zack como yo, asentimos. Jonan dejó escapar un largo suspiró mientras se frotaba los ojos.
— ¡Pero es que no entiendo! Nosotros no tuvimos nada que ver con su muerte, tu y yo estábamos follando y Zack no recuerdo qué mierda estaba haciendo, pero estoy seguro que no tenía que ver con Sanghyun ya que nunca hablaron. ¿¡Qué mierda pintamos nosotros en todo esto!?
Ahora mismo tenía razón, por mucho que me jodiera dársela. Me limité a quedarme en silencio, antes de arrancar el coche, vi que tenía tres llamadas perdidas de Luke, pero ahora mismo no podía responder. Me centré en conducir.
Durante el trayecto, todos estuvimos en silencio solo hablaba Zack quien estaba nervioso por encontrar a su perro.
Al llegar a la casa de la playa de Jake, bajamos los tres y nos quedamos mirando el muro que debíamos saltar para entrar.
— Esto debe ser una broma, en serio. ¿Qué hacemos ahora? Es una propiedad privada, y el muro es de más de dos metros. – se quejó de nuevo Jonan.
— Son más de tres metros de muro, idiota. – se adelantó decir Zack.
Los tres miramos la mano de Zack al escuchar la notificación. Otro mensaje de H. Zack volvió a desbloquear su teléfono y entró al chat.
— Dice que entremos, la puerta de la cochera está abierta un poco. Debemos entrar por allí.
No esperamos más, caminamos hasta la puerta de la cochera de la casa. Por esta había un leve hueco, pero debíamos arrastrarnos por el suelo, para entrar.
— Suerte que traje ropa adecuada – dije mientras me agachaba para entrar.
— ¿Vas a entrar primera?
— Si Jonan, voy a entrar primera.
Sin esperar más, me arrastre por el suelo hasta entrar completamente. El siguiente fue Jonan, cuando ya estaba dentro, los dos nos llevamos un susto de muerte, por el golpe de la puerta de la cochera hizo al cerrarse.
Los dos empezamos a dar golpes gritando el nombre de Zack.
— ¡Estoy bien chicos! Intentaré entrar por algún otro lado, miraré si puedo escalar un árbol o algo para entrar – gritó Zack desde el otro lado de la puerta.
No le escuchamos más, Jonan se adelantó en caminar hacia la puerta que llevaba al interior de la casa. Lo seguí a pasos rápidos. Todos los muebles de la casa está cubiertos por sábanas, para que no se estropearan. Sentí una sensación muy perturbadora al ver el dibujo de la silueta que dejó la policía del cadáver de Sanghyun.
— Que mal rollo estar aquí, sigue igual que cuando pasó… eso es raro.
— No entiendo que debemos hacer aquí – comenté abrazándome a mí misma.
Recibí un nuevo mensaje, deduje de quién era y Jonan también. Ambos miramos la pantalla de mi teléfono.
— Dice que subamos a la habitación en la que estuvimos la noche que pasó.
— Pues subamos… intentemos no separarnos ahora mismo, mantente a mi lado.
Bufe tal vez demasiado alto mientras subíamos las escaleras.
— ¿Qué te pasa ahora?
— ¿¡Cómo que qué me pasa!? Tu maldita familia y tu, eso me pasa.
— No es momento para discutir, Rubí.
— Entonces no me pidas que permanezca a tu lado, cuando tú no lo hiciste cuando yo te lo pedí.
Me crucé de brazos estando ya en la habitación, miraba fijamente al suelo, ya que me traía demasiados recuerdos malos estar en esta habitación. Todo estaba igual que la noche en la que sucedió.
— Lo siento Rubí, fui un idiota, lo sé. Me arrepiento, tenía miedo y viajé temporalmente con Sunhoo a Busan, no sabía que me operarian allí y mucho menos que me quedaría con la fisioterapia… y para ser sincero, tampoco me atrevía a llamarte.
— ¿De qué te operaron? – Pregunté sin mirarle.
— Fui a Busan por un combate de taekwondo, pero salió mal y me lesioné la pierna. – lo mire por primera vez desde que entramos en esta habitación – Me operaron allí de urgencia y estuve cinco meses asistiendo a la rehabilitación del hospital.
Antes de que comenzará a hablar, él se adelantó y se bajó los jeans. Señaló su rodilla y era cierto que tenía una cicatriz.
— Y cómo ya era tarde para volver al curso aquí, hice el año académico en Busan. Para cuando volví aquí, tu ya no estabas y al parecer estudiaste fuera ese año.
— Siento lo de tu lesión.
— Siento lo que pasó en mi casa y en general todo lo que hice. Me equivoqué, fui egoísta y ahora mismo me siento inútil por no poderte defender ante mis madres.
Ambos nos quedamos en silencio ¿Qué debíamos hacer ahora? Tomé asiento al borde de la cama, él imitó mi acción. El ambiente seguía incómodo, muy incómodo.
El chico agarró mi mano, obligándome a mirarlo con curiosidad.
— ¿Crees que haya alguna forma de arreglar esto? – Preguntó en un susurro mientras acercaba su cara a la mía.
— Jonan yo no…
No me permitió terminar de hablar, unió sus labios a los míos de forma brusca y tosca. Mis manos fueron directas a su pecho, para apartarlo. Si el momento ya era tenso antes de ese beso robado, ahora lo era diez veces más cuando vi a Min luke mirándonos desde el marcó de la puerta.
Me levanté de inmediato, para frenar al chico de tez pálida. Este iba directo a por Jonan, lleno de furia.
— ¿¡Tanto te cuesta entender que no, es no!? ¿¡Tu cerebro no puede procesar el simple hecho de que ella no quiere tener nada que ver contigo!? – grito, mientras señalaba a su enemigo; Jeon Jonan.
Este se mantenía de pie y con los brazos cruzados. Sonrió de forma irónica.
— ¿En serio tu vienes a darme lecciones? Tu vida se basa en robar y vender droga. Mi único error fue irme y dejarla sola y tu no tienes derecho a juzgarme porque no estabas y no te incumbe.
— Tu tampoco tienes derecho a meterte en mi vida, lo que venda o deje de vender es asunto mío. Sin embargo, tu le hiciste daño, yo no.
— ¡Ya, paren los dos! – gite cansada de su discusión. Señalé a Jonan.– En primera, Jonan te quiero, pero no de la forma en la que tu quieres que sea… Lo siento, pero no puedo. – me giré para mirar al pálido chico, quien ahora también estaba cruzado de brazos. – y en segunda, ¿Qué haces aquí Luke?
— Me llegó un mensaje citandome en esta casa. Caminaba por la planta de abajo cuando sentí tus pulsaciones, las reconocí y subí.
— ¿Por qué razón querría H que él estuviera aquí? No tiene sentido, él no estuvo en la fiesta. – comenté confundida.
— No estuve dentro de la fiesta, pero si fuera. – levanté la cabeza inmediatamente hacia Luke. Él se rascó la nuca nervioso. – En ese entonces trabajaba con Nam y con Jack vendiendo la mercancía de mi padre. No estoy orgulloso de eso, pero debíamos ir a las fiestas de los ricos para vender, como hace actualmente Nam. En esa fiesta me tocó venir a mi… alguien pidió expresamente que trajera varias drogas concretas.
— ¿Quién las compró? – se adelantó en preguntar Jonan, robándome la pregunta.
— Las compraron a nombre de Sanghyun. Recuerdo que traje éxtasis, LSD y GHB. Deduzco que alguno de la fiesta quiso hacerse el gracioso y meter las drogas en vuestras bebidas. Supongo que dio diferentes a cada uno porque no compraron tantas.
Los tres nos quedamos en silencio al escuchar las notificaciones de nuestros teléfonos.
— Estáis cerca de saber la verdad, por fin el juego es divertido – leímos los tres al unísono.