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1304 Words
Observe con detenimiento la pequeña habitación. Era bastante normal, tenía una cama de tonos grises pegada a la pared. Justo encima una ventana, donde parece que el suele sentarse a leer, por el libro y el cojín que hay en ella. Enfrente tenía un pequeño escritorio, lleno de libros y notas. Junto a la cama había una pequeña mesita de noche, con una lámpara, una foto antigua de él de pequeño y una mujer, que deduzco que es su madre biológica. También tenía un rollo de papel higiénico, prefiero no saber para que. Su armario está empotrado en la pared, era blanco y tenía varias imágenes pegadas en él. Me llamaban la atención los pósters de animes y películas. Me hacía gracia el póster de Kumamon sobre su cama. Todo estaba muy ordenado, se ve que es un chico ordenado. Tome asiento en su cama, observando cómo él iba de un lado para el otro recogiendo algunas cosas de la silla que tenía con ropa. Mire al techo, fingiendo no darme cuenta de que está recogiendo su ropa interior de esa silla, a toda prisa. Me reí internamente. - Siento el desorden. - comentó cuando por fin terminó de sacar la ropa. Deduzco que lo llevó a lavar, ya que lo sacó de la habitación. - No te preocupes. No sabía qué más decirle, literalmente llegué aquí de improvisto. El chico me hizo un gesto para que lo siguiera, hice caso y ambos nos paramos en la pequeña cocina. - ¿Qué deseas comer? - preguntó mientras revisaba el interior del frigorífico. - Amh lo que sea, mientras sea carne estará bien. Debo tener el estómago lleno. - vi el interior del frigorífico, apenas había comida, lo que hizo que me sintiera avergonzada. - pero no es necesario que me invites a comer. De hecho pediré comida para todos, un me presenté sin avisar, entonces yo debo invitaros. - Me encanta tener Sugar Mommy. Me apetece ternera y brochetas de cordero. - se atrevió a pedir, cruzándose de brazos. - Adelante, pide lo que quieras, Jae también puede pedir lo que desee. - Oye, eres ‐mi‐ Sugar Mommy, no la suya. - bromeó Entre él y Jae pidieron comida a domicilio, mientras yo los observaba desde el sofá. Ambos discutían sobre qué pedir. Terminaron poniéndose de acuerdo y cuando la comida llegó, pague al repartidor. Los dos chicos parecían no haber probado bocado en un buen tiempo. Ni yo en luna llena como tanto. A mi sinceramente se me quitó el apetito, mi mente no dejaba de pensar en H. ¿Qué es lo que quería de mí? ¿Me amenaza para que me hable? ¿O que se supone que debo hacer yo? No entiendo a dónde quiere llegar con este maldito juego. Me habían llegado dos mensajes más de él o ella, no se que es. No me atreví a entrar en su chat. Me daba miedo. Salí de mis pensamientos al ver a un chico de tez morena entrar por la puerta como si fuera su casa. Detrás de él, entró otro chico un poco más bajo, pero con similares hoyuelos. Mi intriga aumentó cuando Luke se alteró con su llegada. Prácticamente utilizó su velocidad vampírica para llegar en segundos a posicionarse delante de esos dos e interrumpir su paso. - ¿¡Qué mierda hacen aquí!? - Que buena bienvenida, yo también te he echado de menos Min. El cotilleo se puso bueno. Crucé las piernas, mientras miraba atentamente la escena ante mis ojos. Se ve de lejos que soy una persona demasiado curiosa. Algunos dirían cotilla, pero no me considero una. Solo soy curiosa, muchas cosas me llaman la atención. Pero no voy buscando cotilleos. - No sabíamos que estabas ocupado - comentó el más bajito de los dos, mientras ambos me miraban. Me di cuenta de que Jae había desaparecido en cuanto ellos dos entraron. Eso me lleva a pensar que estos dos no son buenos. Y la actitud de Min Luke, me lo confirma. El chico bufó mientras se cruzaba de brazos. - No es momento, Jack. Estoy ocupado y hoy no trabajo. Así que, largo de mi casa. - Vengo a hablar de negocios, Min. Más bien de tu padre, él nos envía. - No quiero saber nada de él, suficiente que trabajo los fines de semana para él. Según veo la actitud de Luke, su padre no parece ser una buena persona. El de tez morena, le dio un empujón a Luke, consiguiendo enfadarme. La cosa no iba conmigo, pero me metí de igual forma. Me levanté decidida y me puse entre ambos, para separarlos. Ya que parecía que ahí mismo se matarían. - ¿No tienen oídos? Oh ya sé, veo que su cerebro tarda en procesar las palabras, lo diré para que entiendan. Lar-go. Los dos tipos me miraron sorprendidos por mi actitud. Tal vez ahora es cuando me arrepiento de lo que hice. - Que adorable tu novia, deberías ponerle correa. ¿Ya la llevaste a desparasitar? Últimamente los perros están dando muchos problemas, deberías llevar al día a tu perra. - dijo el moreno alto. Mi enfado fue tan fuerte que mis gruñidos salían solos. Quería lanzarme y arrancarle la cara a mordiscos. La luna me pone un poquito agresiva. Me hubiera lanzado, si no fuera porque el chico de tez pálida y cabello n***o me agarraba por la cintura, inpidiendo cualquier acercamiento a esos dos. - ¿Qué necesita ese idiota? - preguntó Luke, ignorando mi momento de agresividad. Veo que los vampiros también tienen una fuerza sobrehumana, de hecho ahora mismo tiene más fuerza que yo. Ya que intento tirar de él, para que me suelte y él no parece inmutarse. - Quiere que trabajes más horas, para devolverle el dinero que le deben. - Me parece tan hipócrita que nos pida dinero por vivir, cuando él debería mantenernos y pagar nuestras necesidades básicas. Deje de crear revuelo y me centré en sus palabras, él aún mantenía sus brazos rodeando mi cintura. - Yo no puedo hacer nada, hermano. Es lo que me pide, yo también tengo familia y necesito dinero. - Necesitamos. - Corrigió el tal Jack. - a todos nos jode trabajar para el señor Min, pero es lo único que nos da de comer y mantiene con vida. Así que, no se quejen... ¡Oh tienen comida! - el chico pasó de estar serio y dar miedo, a dar palmitas y agarrar los trozos de pollo para meterselos en la boca. - Adelante, come. No me pidas permiso. - Habló con un tono irónico. - Debemos irnos, me encantaría quedarme con tan dulce perrita, pero debemos irnos. Jack, vámonos. - ordenó mientras se daba la vuelta, de nuevo mi enfado salió a flote. Solo me dio tiempo a darle una patada en el trasero al tal Jack. El paliducho no me dejo hacer más. El chico se aseguró de cerrar la puerta con llave y tiró de mí hacia su habitación. - Siéntete en tu habitación, voy a hacer unas llamadas. No salió de la habitación, supongo que no le incómoda que escuche lo que debe decir por teléfono. Me subí a la cama del chico, y me senté pegando mi espalda al cabecero. Decidí no mirarle y darle algo más de publicidad, ya que parecía estar hablando con su madre. Me centré de nuevo en mi teléfono y me atreví a mirar el chat de H. No tengo muy claro que fuera buena idea. H ~ Si no vas a la fiesta de Jake y creas un escándalo... 16:03 ~ Otra personita pagará las consecuencias 16:04 Lance el teléfono a la cama, llena de rabia y abracé uno de los cojines que el chico tenía en su cama. Llame su atención, sin quererlo.
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