Centro de Reintegración El Abrazo. Suspire sonoramente, ¿En verdad? Era un nombre cursi pero esperaba que de verdad pudiesen ayudarme aquí. Hacía calor, la gente abundaba y los gritos de jóvenes y risas me estaban aturdiendo. En los campamentos no se tenia permitido el ruido y escándalo porque podíamos atraer mas atención de la necesaria, supongo que era algo mas a lo que tendría que acostumbrarme. Suspire y espere en la fila a que fuera mi turno para hablar con la asesora. -¿Natalia?- Una menuda chica se paro en la puerta de lo que me imagine seria el consultorio de la Dra. Angela Fuentes. Se acomodaba cada instante las gafas en el puente de la nariz y me sorprendí cuando termino sentándose en la silla frente al gran escritorio. Ella era la doctora. -Bien, antes que nada déjame prese