La puerta sonó a eso de las 8 y 10 y yo estaba haciendo un desastre en la mesa de centro de la sala. -Adelante- le abrí a Williams y vi que tenía unas bolsas en las manos, usaba un jean n***o, una camiseta de color gris claro que se pegaba un poco a su pecho y una sudadera negra, pasó junto a mi admirando mi casa -Es una hermosa casa, Nat- dijo con asombro- Traje comida, supuse que mientras trabajábamos no tendrías tiempo de preparar algo para todos. -Oh, gracias, es genial de tu parte, no sabía que eras tan amable- dijo quitandole las bolsas y llevándolas a la cocina sintiendo como me seguía -Sí, es una parte de mi que no sale muy seguido- comentó siguiéndome la corriente-¿Por qué hay tanto silencio? -Mis tres tremendos tigres se quedaron con Alana a pasar la noche- dije con un suspi