Jayden
Cuelgo el teléfono con el directora Collins con una rabia ciega.
Drogas... propiedad escolar...
...y ese maldito hijo de puta... Kevin.
Fue la mención del nombre de Kevin lo que me hizo hervir la sangre. Por supuesto que es él. Ely nunca se drogaría en el estacionamiento de una escuela, ella no es así.
Es una buena chica. Mi dulce niña. Y Kevin...
Si le pone la mano encima, le romperé todos y cada uno de sus dedos.
Aprieto la mandíbula mientras salgo corriendo por el pasillo del instituto media hora más tarde. Por primera vez en mucho tiempo, me sorprendo a mí mismo deseando que Molly estuviera aquí. Molly sabría cómo manejar esto. Cómo manejar a la directora, cómo manejar a Ely. Cómo manejarme a mí.
Si Molly estuviera aquí, quizá Ely no se metería en líos en la escuela. Qui
