Stacy sintió que le faltaba un poco el aire y dejó la copa en una mesa cuando de pronto, el lugar quedó en silencio, pero antes de que ella pudiera averiguar lo que estaba sucediendo, notó que todos estaban mirando fijamente hacia la entrada.
Había entrado al salón un hombre alto y apuesto, cuya elegancia atrajo la atención de todos. Vestía un exclusivo traje blanco confeccionado puramente a mano, y su figura era perfecta. Tenía la actitud y el porte de un rey nato, y tras él iba un grupo de respetuosos subordinados.
El adorno que pendía de su oreja izquierda reflejaba un brillo azul intenso; su cabello n***o estaba meticulosamente recortado, lo cual permitía notar una expresión serena y seria en su mirada; y aunque su rostro era tan hermoso como el de un dios, desafortunadamente era inevitable que el hombre emitiera una impresión de frialdad, que no daba entrada al más mínimo destello de calidez.
"¡¿Es él?!". Stacy Ku lo reconoció de inmediato, y pensó: "¿No es el hombre maleducado en el lujoso auto de hace un momento?".
¡Pero antes de que pudiera reaccionar, la audiencia estalló en un alboroto! No importaba lo estúpida que fuera Stacy, pues podía entender a qué se debía la inusual reacción de esas personas: Al parecer el tipo maleducado era importante.
"A lo mucho, es un tipo rico. ¿Qué de bueno tiene eso?", pensó Stacy.
"¡Ah, finalmente está aquí, Sr. William!", exclamó Steven sorprendido y aprovechó la oportunidad para poner su brazo alrededor de los hombros de Stacy, quien inconscientemente lo evitó.
"¡Maldita sea! ¡No debería haber venido con este vestido de hombros descubiertos esta noche!", se dijo a sí misma Stacy.
Steven ignoró su reacción, la abrazó y le dijo: "Ku, el Sr. William es un pez gordo. Estoy seguro que has oído hablar de la familia más rica de la Ciudad A".
"¿La familia William?". ¡Stacy estaba atónita!, pues en la ciudad, no había nadie que no supiera sobre esta familia. ¡Ellos son tan ricos que podrían poner el mundo patas arriba si así lo desearan!
El proyecto "Reflexión" era un pequeño programa del Grupo William, el cual costó decenas de miles de millones de yuanes, y no fue hasta hace unos meses que se dio a conocer la licitación. Por lo tanto, todas las empresas de la industria compitieron por el proyecto y estaban ansiosas por obtener el favor de la familia William. Por supuesto, la compañía Heyday no era la excepción.
"¡Sí, él es Chris, el joven amo de la familia y presidente del Grupo William!", le respondió el presidente Li.
En ese momento, Stacy entró en pánico porque durante mucho tiempo le habían dicho que incluso meterse con el diablo era mejor que molestar a la familia William. ¡Ella no esperaba que este tipo tuviera relación con una familia tan poderosa!
Stacy no pudo evitar agachar la mirada hacia sus tiernas y blancas manos. Unos minutos atrás, le había dado una buena lección a Chris William... ¿Qué podía hacer ella ahora?
"Stacy, vamos a saludar al señor William", le propuso su jefe. Ella obviamente entró en pánico y sintió un frío recorriéndole la espalda. ¿Cómo podría acercarse y decirle algo?
"Lo siento, presidente Li, tengo que ir al baño. ¿Podríamos ir después?", se excusó Stacy.
Pero Steven negó con la cabeza, la sostuvo entre sus brazos y, negándose a soltarla, le señaló con su dedo el lugar en dónde estaba Chris, recibiendo los saludos de las personas a su alrededor. De hecho, había innumerables personas como él que llegaron acompañados de mujeres hermosas a la licitación.
"Mira, Ku, ¿cuántas personas se apresuran a entablar conversación con el Gran Jefe? ¡No podemos quedarnos atrás!", exclamó Steven.
Stacy Ku miró a lo lejos. Chris William estaba totalmente rodeado por un gran grupo de mujeres, lo cual no era de extrañar, pues con lo guapo que era, las mujeres no le faltarían.
De este modo, Stacy no tuvo más remedio que acompañar a Steven, entonces la llevó hacia la multitud... Y la gente estaba tan emocionada que no pudieron abrirse paso. Sin embargo, la ansiedad de Steve causó que de repente se le ocurra un plan y aprovechando la gran multitud, fingió separarse de Stacy, pero secretamente la empujó hacia la multitud...
En ese momento, Stacy sintió el empujón y escuchó la tela en su espalda rasgándose. Algo definitivamente estaba mal y ella sentía un poco frío en la espalda.
"Ah ...". ¡Un suave grito se escuchó de repente! y en un instante, la escena pareció congelarse. Todos se callaron, ¡excepto Stacy que seguía gritando! Esto causó que la gente comenzara a buscar de dónde provenía el grito, así que eventualmente, todos hicieron espacio hasta que Stacy quedó en el centro.
Cuando todas las miradas se posaron en ella, Stacy estaba sosteniendo fuertemente su vestido con ambas manos, y gritando con los ojos cerrados.
"Señorita, su ropa está rota ...", le recordó amablemente alguien de la multitud.
¡Los gritos de Stacy eran muy graves!, pero debido al frío que sintió en la espalda, abrió los ojos. ¿Quién sería el bastardo que se atrevió a rasgarle la ropa?