Alberto en su alebrestada algarabía cuando perreaba con Gise la agarró de las nalgas, Gise reaccionó e intensificó su perreo y vaya si eso me sorprendió, porque Gise no es de dar ese tipo de espectáculos, definitivamente hay que beber más seguido, volví a pensar. Finalmente exhaustos terminamos de bailar cuando el set finalizó y al irnos a la mesa, un acelerado Alberto propuso darnos un baño en la playa, la idea por poco fue aplaudida por todos que animados nos dirigimos hacia la playa. Al primer mesonero que vimos le pedimos que nos llevará todo el servicio al área de playa que estaba casi vacía. Al salir de la edificación fuimos golpeados por el aire marino y fresco de la noche, caí en cuenta de cuan sudados estábamos todos, la diferencia de temperatura adentro pese a ser abierto se hi