El domingo fue relajado, Andrea obviamente estaba muy contenta, había ganado una batalla la noche anterior, pero no podía dejar que ganara más terreno. Decidido a no pasar el domingo en casa, volvimos a salir. Desayunamos empanadas en Pampatar al lado del Castillo San Carlos y seguimos paseando por los sitios que no visitamos en día anterior. En la tarde caminamos por el centro comercial, donde vi algunos locales vacíos o en remodelación, solo que no pude saber el tamaño de algunos, luego entramos al cine para llegar lo más agotado que se pueda a casa y así dormirnos más rápido. Apenas llegar fuera ropas, admiré a Andrea y realmente es hermosa y realmente tiene un hermoso cuerpo y sonreí con orgullo, pero también sentí miedo, anoche se cruzó una barrera y no quisiera que esta locura que