—Mira que estamos bien, no hagas que me moleste nuevamente —dijo ligeramente molesta y dándose medía vuelta salió de la cocina.
La seguí hasta la piscina donde estaban todos. Luego de saludar a Guille y compañía me dispuse a beber con ellos.
Cerca de la una llegó Vero que luego de cambiarse se unió a nosotros en la piscina y también empezó a tomar cervezas, casi a las dos pedí pizzas a domicilio, inclusive pedí de más por si llegaban los que faltaban.
A medía tarde llegó Gise y su combo, Andrea llegó casi desesperada y se metió en la piscina de una con sus hermanas donde dieron brincos de emoción.
Cami se puso tensa, sin dejar de ver a las niñas, estaba preocupada por el nivel de afecto que a veces se profesaban, los hermanitos de Andrea entraron en la piscina más atrás.
Luego de que
