Al día siguiente Vero y yo despertamos gracias a la llamada de Mark el Piloto, nos habíamos quedado dormidos, me estaba esperando en el aeropuerto e inmediatamente la llamada de Guille, que no sabía nada de Vero. Le dije que ya estaba en camino a buscarla y qué en medía hora los pasaba buscando. El viaje en el jet fue ameno, hablando mucho, sobre todo con Annette, quien nos pidió que la llamáramos Ann, ella estaba fascinada con lo que estaba pasando en la familia, lo del testamento, la sorpresa de las gemelas y todo eso la hacía sentir que estaba en una telenovela latina. De la cual era fanática. Al llegar a Miami, luego de dejar los bolsos en el departamento, fuimos a la oficina de la empresa, estábamos a medía tarde aún. Luego de que conocieran las oficinas y al personal sobre todo Ve