Ya tarde en la noche y pasados de tragos nos dispusimos a dormir, no podía dejar de pensar en las veces que soñé en hacerle el amor a Vero en el yate, y ahora que al fin está abordo, me cuesta aceptar que no vaya a pasar nada. Acostado en la cama donde dormí con mis hijas, pensé y estuve tentado a ir a su habitación, pero no quería por nada del mundo ser rechazado, cada vez que ella negaba lo que sentía, era como clavar un aguja en mi pecho. Al amanecer nos quedamos en el lobby inferior luego de desayunar y continuamos hablando, a medía mañana ya íbamos bordeando la costa oeste de Cuba rumbo a Las Islas Caimán. A toda maquina tardamos 37 horas en el recorrido completo, llegamos al atardecer luego de la inspección de rutina, atracamos en la Marina Principal de George Town, y salimos a re