**Elizabeth** Estaba sentada en la sala en mi hora de lectura, cuando en la distancia escuché los estallidos característicos de un arma de fuego, que reconocía a pesar del tiempo transcurrido. Brinqué del sillón, para asomarme por el ventanal que daba hacia el jardín. Vi en la distancia hombres corriendo con pistolas, algunos cayendo a medio camino -¡No! –Di varios pasos hacia atrás. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que volver a vivir una situación así? Ver morir a las personas que había llegado a apreciar, que me habían mantenido a salvo porque se preocupaban por mí. ¡Mi padre! ¿Era él que había mandado por mí? ¡No! No podía ser él, mi padre no tenía tanto personal… -¡Eliza! –El grito de Dimas retumbó en todo el salón, sacándome de mi ensimismamiento -¡Aléjate de ahí! –Me ordenó y corrí en su