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Vienes de mal genio Nathalia. - Si, horriblemente, porque los hombres tienden a irritarme. - ¿Me quieres contar?.- miró a Helena, con su cara de burla - el detective. - Es un odioso, patán, arrogante y obsesivo. -¿Por qué? Aunque creo que eso ya lo sabías. - Que era arrogante y obsesivo si, pero no un patán. - ¿Qué te hizo?. - Nada, no quiero hablar de eso, lo único que puedo decir es que no sé si tengo novio. - Disfrutaste en noviazgo un solo día. - Ni un día, horas, nada más. - nada más recordar su actitud me molesta - y si eso no es que siente mi tropiezo con Zamora. - ¿Otra vez?. No creo que sea casualidad. - Yo tampoco, me debe estar siguiendo hice millones de maromas para llegar hasta aquí. - ¿Te seguían o no?. - Sí, tenían el tatuaje de los hombres de Zamora. - Nathal