Está herida es un fastidio, se me olvida que la tengo y me lastimo, Luis se fue hace un momento que tuve que inventarle porque llegué con ropa de hombre a la casa. Gran impresión me lleve cuando llegue al apartamento y lo vi en la puerta con el desayuno. No sé quiso ir sino hasta ahora, le di una dirección que encontré en los papeles de Benítez que tenía el detective, pregunto cómo la conseguí y evadí el tema. Ahora estoy cansada queriéndome recuperar rápidamente para poder volver al trabajo porque esta tranquilidad no me agrada, no soy de quedarse tranquila en casa me siento inútil. Tocan la puerta y debe ser Luis que se le quedó algo o seguro me va a tocar volverlo a convencer de que estoy bien. - ¿Qué se te quedó?- digo abriendo la puerta y es quien menos creí. - ¿Qué hace usted a