Extraño.

2230 Words
Estuve allí unos minutos de pie, mirando a este hombre ridículamente hermoso. Su sonrisa se ensancha aún más y me obligo a salir de ella. Acepto su mano ofrecida y trato de sonreír. –Hola. Rory Warren. Encantada de conocerte -mi mano tiembla y creo que él también lo nota porque la mira y luego vuelve a mis ojos con esa sonrisa secreta jugando en sus labios. -Lo sé -simplemente dice y pasa por delante de mí dentro del piso. Todavía estaba de pie en la puerta, probablemente pareciendo una idiota, pero quería unirme antes de avergonzarme aún más. Cierro la puerta y me doy la vuelta para ver que se dirigía a la cocina. -Sí, ¿por qué no entras y te portas como en casa? -lo llamo antes de tener la oportunidad de pensar en ello. Abranto los ojos y maldigo mi gran boca. Escuché su profunda risa que hizo que todo en mí se apretara y mi corazón latiera más rápido. -¡No te preocupes, lo haré! -le oigo gritar de inmediato con un toque de sonrisa en su tono. Empiezo a caminar en la dirección en la que él fue, pero pronto cambio de opinión cuando me doy cuenta de que sigo usando solo una toalla. Solo mi suerte al verlo salir de la cocina. Se detiene en la puerta y me mira-. ¿Quieres un poco de café? -No, gracias -miro el suelo-. Iré a ponerme algo de ropa. Cuando él no responde, me doy la vuelta y empiezo a caminar hasta mi habitación. Podía sentir sus ojos encima de mí en el camino, haciéndome consciente de nuevo, pero no me di la vuelta. Deseo por segunda vez que la toalla sea más larga. Cierro la puerta de la habitación y me apoyo en ella, respirando fuerte. Necesito juntar mi vergüenza. No quiero que piense que soy una idiota que ni siquiera puede formular una frase normal. Busco rápidamente unos vaqueros y una camisa blanca, me los tiro y voy al baño para al menos hacerme lucir decente. Cuando me veo en el espejo, quiero que el suelo me trague. Mi cabello es un desastre en la parte superior de mi cabeza, algo de pelo se cayó de mi moño y se rizaba debido al vapor, mis mejillas están enrojecidas, toda mi cara brilla y mis ojos brillan. Me suelto el pelo y lo cepillo para que se me caigan por la espalda en olas, me salpico la cara con agua fría y salgo. Encuentro a Braden sentado en la cocina con una taza de café en la mano y una pila de papeles delante de él. Cuando me oye entrar, levanta la cabeza y me mira. Él sonríe suavemente y yo estoy completamente congelada e hipnotizada durante unos segundos antes de devolverle la sonrisa. Rápidamente miro hacia otro lado y él vuelve a leer su papeleo. No sé qué debo hacer conmigo misma, así que me ocupo haciendo una taza de té para mí. No sé si Braden quiere que esté aquí. Parece que tiene algo de trabajo que hacer. Además, ni siquiera sé de qué hablaríamos. Brooke nunca mencionó que venía aquí. Ojalá al menos me advirtiera de antemano. Dios, esto es muy incómodo. Después de unos minutos de doloroso silencio, mi té estaba listo y quiero ir a la sala de estar a ver la televisión antes de empezar a prepararme para el trabajo. Cojo mi taza cuando la voz de Braden me detiene. -¿Por qué no te sientas un rato? -ni siquiera me di cuenta de que había empujado sus papeles y se inclinaba hacia atrás en su silla, estudiándome. Me limpio la garganta y miro hacia otro lado. -Claro, por qué no -murmuro para mí misma y me siento frente a él. Siento que sus ojos siguen todos mis movimientos y estaba haciendo un buen trabajo evitando su mirada, en su lugar me ocupaba de jugar con mi taza. -Así que Rory… -empieza y me veo obligada a levantar la cabeza y mirarlo. Ya me está observando. Dios, al instante me convierto en una tonta al ver sus ojos. Eran tan oscuros y tenían ese brillo juguetón en ellos. Se convierten fácilmente en mi cosa favorita de él-. ¿Cuántos años tienes? -sacudo la cabeza de mi pensamiento. Quiero pellizcarme incluso por ir hasta allí. Respiro hondo y vuelvo a mirar mi taza. -Tengo 25 años -respondo, todavía mirando mis dedos frotando mi taza. De hecho, me siento muy incómoda porque nunca sé de qué hablar con extraños. Claro, mi trabajo requería que tuviera habilidades habladoras, pero ¿cuándo tocaba hacer amigos? Soy un completo desastre. -Hmm -tararea la garganta. Me da escalofríos por la columna vertebral y vuelvo a levantar la cabeza. Tiene una pequeña sonrisa en los labios y mira profundamente en su pensamiento mientras todavía me miraba. Se da cuenta de que lo miro y lentamente titula su cabeza a la derecha como si me estuviera preguntando algo. Arqueé las cejas, sin entender. Todavía estaba mirando y aparentemente esperando algo. ¿Qué? ¿Me he perdido algo? ¿Me había hecho alguna otra pregunta? Se inclina hacia adelante y puso los codos sobre la mesa. ¿Soy solo yo o de repente hay algo de tensión entre nosotros? -No hablas mucho, ¿verdad? -me sorprende preguntando. Miro rápidamente mi taza y luego vuelvo a levantarme. Me está estudiando la cara. -No, en realidad no -es mi única respuesta y casi se la susurro. Volvemos a guardar silencio y me siento muy incómoda con solo sentarme allí. Suspiro. -¿Cuántos años tienes? -de repente pido romper el silencio, sorprendiéndome a mí misma. Bueno, ¿por qué no pasar el tiempo hablando en lugar de sentarse aquí en silencio como algunos idiotas? Se inclina hacia atrás en su silla y cruza los brazos sobre su pecho, pareciendo complacido consigo mismo. Eh. Qué hombre tan extraño era. -Tengo 29 años, Rory. Mi nombre sale de su lengua como un terciopelo, poniéndome caliente por dentro. -¿Eres de aquí? No escuché ningún acento. Me inclino en la silla y tomo un sorbo de mi té. Nací en Michigan. Pero cuando tenía 4 años, mis padres querían mudarse a Nueva Jersey. ¿Y tú? Parecía interesado en mis respuestas y eso me agradó. Se inclina hacia adelante de nuevo. Coloca los codos en la mesa y pone las manos delante de la boca, haciendo un movimiento con el pulgar sobre los labios. Mis ojos caen instantáneamente sobre ese movimiento y me vinieron a la mente algunos pensamientos que eran muy impíos. Supongo que se dio cuenta de que le miraba porque sus labios se curvan en una sonrisa. Reventada. Rápidamente miro hacia otro lado. Siento que mis mejillas se calientan una vez más. ¿Qué pasa conmigo sonrojándome tanto alrededor de este hombre? -Nací y crecí aquí, Rory. Sigo evitando sus ojos. Tomo otro sorbo de mi taza y doy la bienvenida a la quemadura de mi garganta. Me permito echarle un vistazo rápido y veo que estaba enfocado en mis labios. Siento que mis mejillas se enrojecen aún más si eso fuera posible. -¿Tienes novio? -Braden se apaga, sorprendiéndonos a los dos. Sus ojos se abren de par en par como si no pudiera creer que acaba de decir eso en voz alta. Me río y pongo los ojos en blanco. Creo que es una pregunta demasiado personal para alguien que conocí hace solo 20 minutos. -¿Qué, estoy en alguna entrevista que no conozco? -me río de nuevo para levantar la tensión. Se muerde el labio y se aclara la garganta. Justo cuando abre la boca para decir algo, escucho la puerta principal abierta. Brooke viene corriendo a la cocina segundos después. -Oh, ya estás aquí. Siento llegar tarde -le explica a Braden. Cuando me ve, me da una sonrisa y un pequeña hola. Devuelvo el gesto. Braden se levanta y rápidamente abraza a su hermana y le da un beso en la frente. Simplemente los veo. Supongo que estaban cerca el uno del otro. Brooke no me dijo mucho sobre su hermano. Para pensarlo, ella no me dijo casi nada, solo que él le compró este piso. Definitivamente no mencionó que él está súper caliente. Probablemente lo recordaría. -Está bien Brooks. Tu amigo de aquí me hizo compañía -me mira fijamente a los ojos cuando hace esa declaración. Miro hacia abajo y me sonrojo. -Oh, así que ya has conocido a mi nueva compañero de piso. Está bien, ¿eh? -Brooke tiene este personaje tranquilo que es muy difícil no gustarle. Me gusta que sea habladora y probablemente nunca te aburras de ella. Aunque solo la conocí ayer y hablé con ella durante solo media hora, al instante me gustó. Braden seguía mirándome. -Eso es. *** Fui a prepararme para el trabajo. Acabo poniéndome unos vaqueros ajustados negros y una camisa blanca ajustada. No es la primera opción que elegiría si tuviera que hacerlo, pero esa era la regla principal en el bar: usar ropa skinny. Todo era para llamar más atención y más clientes. Desprecié este atuendo cuando empecé a trabajar allí. No me gustó la atención que me estaba llamando y mi pecho es bastante grande, así que no tienes que adivinar dos veces dónde le gustaba mirar a la mayoría de los chicos. Pero después de algún tiempo, me acostumbré. Claro, todavía me estremezco cada vez que algún anciano hace alguna declaración sobre mi cuerpo. Como he dicho, te acostumbras a estas cosas. Me recojo el pelo en una cola de caballo alta, para que mi pelo no me moleste. Normalmente sudo mucho, especialmente los viernes por la noche, cuando el club siempre está lleno. Braden se fue algún tiempo antes. No se quedó mucho tiempo. Él y Brooke acabaron de hablar un poco más cuando fui a mi habitación. Me sentí más relajada y a gusto de no volver a verlo esta noche. Ni siquiera sé de qué se trata mi comportamiento cuando se trata de mí. Apenas lo conocí y ya siento algo de atracción. Bueno, fue un poco difícil no hacerlo. Era demasiado guapo para su propio bien e intimidante. Camino a la cocina por un vaso de agua antes de ir al bar. Brooke está allí, bebiendo su café y revisando algunos catálogos. Cuando me ve, deja el catálogo y me da una sonrisa. -Oye, Rory, solo quería disculparme por no decirte que mi hermano iba a venir. Pensé que ya estaría aquí cuando él viniera, pero me detuvieron. Espero que no te haya dado muchos problemas. ¿Ves por qué es tan difícil no gustarle? Tiene esta actitud tranquila. Lleno mi vaso de agua y luego me doy la vuelta para enfrentarme a ella. -Por favor, no te disculpes. No pasa nada, de verdad. En realidad, me sorprendió -¡y qué sorprendida estaba! Siento picor en las mejillas. Me aclaro la garganta antes de continuar-. además, te quedaste corta después de que él lo hiciera, así que realmente no es gran cosa. Le doy una sonrisa para tranquilizarla. Ella suspira. -Está bien. Pero la próxima vez me aseguraré de que te informo lo suficientemente pronto si espero alguna visita. Ni siquiera viene aquí tan a menudo, así que no tienes que preocuparte de que mi hermano te dé problemas. Sé cómo es -me hace un guiño. Me sonrojo de nuevo. Dios mío, ¿está hablando de lo que creo que es? Necesito cambiar de tema. -Sí, um... bueno, voy a trabajar ahora. Brooke parece reflexiva por un momento. ¿Dónde vuelves a trabajar? Creo que ni siquiera me lo hayas dicho antes. O simplemente lo olvidé -sonríe enormemente-. Si es así, mis disculpas. -No creo que te lo haya dicho antes, no. Estoy trabajando en el bar, llamado Redster. Está a unos minutos de aquí. -¡Mierda! -grita, asustándome. La miro, confundida-. ¡Voy allí con mis chicas todos los viernes por la noche! ¿Por qué no recuerdo haber visto tu cara? -toda su cara se ilumina de emoción. -¡Guau, eso es realmente increíble! Tampoco creo que te haya visto allí. ¡Qué coincidencia! ¿Vas a venir allí esta noche también? Sonreía tan grande que su cara casi se divide en dos. -Sí, vendremos. ¡Asegúrate de conseguirnos bebidas gratis! -vuelve a guiñar el ojo y se ríe. Me río de ella. -¡Claro, bebes de la casa esta noche! -le guiño un ojo y miro el reloj-. Dispara, tengo que irme si no quiero llegar tarde -tomo un gran sorbo de agua, tiro el resto al fregadero y vuelvo a mirar hacia Brooke de nuevo-. ¿Nos vemos más tarde? -¡Apuesto! Solo necesito hacer algunos arreglos primero -empiezo a dirigirme a la puerta principal cuando ella me llama-. ¿Cuándo terminas de trabajar? Me puse el abrigo y me di la vuelta. -Alrededor de las 2 de la mañana. ¿Por qué? -le pregunto, todavía sonriéndome a mí misma. -Solo me preguntaba... tienes las llaves, ¿verdad? -las sacudo para que ella las escuche. -Aquí mismo -vuelvo a gritar. -¡Nos vemos más tarde! -ya iba caminando a su habitación con el teléfono en las manos. Sacudo la cabeza y salgo por la puerta. Siento que va a ser una noche emocionante.
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