Antes de abrir mis ojos, froté aquellos con mis dos manos. Al abrir y pestañear solo una vez la vista era borrosa, veía una figura de... creo una niña pequeña. La vista aún seguía borrosa, mis ojos no se acostumbraban a la luz del sol, pestañeé varias veces más y froté de nuevo mi vista y no estaba sola. No sabía si era mi imaginación que me estaba jugando una mala jugada, pero de lo que si estaba segura era que el sueño era tan real. Había una niña de creo menos de un año sosteniéndose por el sillón mirándome con una sonrisa que apenas mostraba sus dientes que apenas estaban saliendo. Sonreí por la sonrisa contagiosa de ella, me miraba fijamente. Aparté la vista de ella cuando oí como pronunciaban un nombre. —Hayley, ¿dónde estás? —preguntó una persona que al parecer buscaba a la bebé qu