—Vamos, Nerea, ya están en camino. —volvió a insistirme Rocío, era la quinta vez que lo hacía en el día de hoy. —Ya voy. —le repuse, metiendo más ropa en mi maleta.— ¿Tanta ropa tengo que llevar? —pregunté haciendo una mueca. —La verdad, no lo sé. Lo que me había dicho Zayn era que íbamos unos días. ¿Qué acaso Harry no habló contigo? —me preguntó ella cerrando su maleta ya hecha. —Bueno, sí, pero... Ay, no lo sé, tengo miedo. ¿Y si no les caigo bien? ¿Y si todo sale mal? Dios, soy un desastre. —dije frustrada y rápido. Rocío me interrumpió antes de que siguiera hablando. —Hey, relájate, ¿sí? —asentí insegura.— Les caerás bien, no eres un desastre. —hizo una mueca.— Bueno, si lo eres. —la miré con sarcasmo.— Lo que trato de decirte es que les caerás bien, a todos les caes muy bien. —di