¡Ella estaba en mi coche! ¿Qué hacía ahí? ¿Cómo había llegado? ¿¡No sé suponía que no podía caminar!? ¡Apenas y había despertado del coma! ¿¡Cómo era posible que haya llegado hasta mi coche!? —¿Qué haces aquí? ¿Cómo fue que llegaste hasta el auto? —, ruedo el asiento un poco más hacia atrás, extiendo mi mano para ayudarla a salir de aquel pequeño espacio, sus manos están heladas y puedo asegurar que está temblando, no sé si de frío o porque la encontré escondida en mi coche, su rostro pálido es señal de que no está bien —Estás muy helada. Te llevaré al hospital. —No, no ¡Por favor! —, une sus dos manos las cuales tiemblan frente a sus labios rosados —Al hospital no. —¿Por qué? —Alguien quiere lastimarme, me lo dijo la mujer que me visitó, me dijo que mi padre vendrá por mí, que me cas