Capítulo 5EL Marqués de Longridge, que volvía a casa en su carruaje, lanzó un suspiro de alivio porque la cena ya había pasado. Era la más aburrida a que había asistido en mucho tiempo. Pero, pensó con satisfacción, había logrado lo que se proponía. Sabía que el representante de la Reina, Lord Middleborough proyectaba retirarse a finales del verano. Le preocupaba mucho que Lord Polegate fuera recomendado para ocupar el puesto y no le tuvieran a él en cuenta. Como propietario de la finca más importante del condado, y jefe de una familia que llevaba quinientos años sirviendo a la Corona, él era el más claro sucesor como representante de la Reina Victoria. Era bien sabido, sin embargo, que la soberana prefería estar representada por hombres casados y maduros. El Marqués de Londgridge no r