−Llamé al médico para que viera a su padre− prosiguió el caballero−, según dijo, fue un ligero ataque al corazón. Como en aquellos momentos no estaba en condiciones de decirnos dónde vivía, lo llevé a mi casa de Park Lane y allí es donde ahora se encuentra. –Fue usted muy amable y considerado− agradeció Isla−, pero si lo traen aquí, yo puedo cuidarlo y... −Le aseguro que está siendo bien atendido y está muy cómodo− la interrumpió Lord Polegate, cuyos ojos la miraban de un modo extrañamente inquietante−, por supuesto, lamento mucho que su padre no esté bien, pero eso me ha dado oportunidad de conocerla a usted..., algo que ansiaba desde que la vi anoche. El desagrado de Isla aumentaba, por lo que dijo con rapidez: −¿Sería posible, Milord, que pudiera ver a mi padre inmediatamente? Así p